Seguidamente cogeremos una pequeña botellita de agua y nos dirigiremos a siete iglesias diferentes, todas ellas lógicamente religiosas.
En cada una de ellas, recogeremos un poquito de agua bendita, la cual iremos guardando en el pequeño recipiente.
Una vez tengamos todo el agua bendita de las siete iglesias, cogeremos un poco de lacre rojo, para lacrar siempre la botella.
Recordamos que el lacre, puede adquirirse fácilmente en cualquier tienda de velas y velones.
Una vez lacrada, pondremos la botellita sobre la estampa de Santa Rita que antes hemos mencionado, y recitaremos lo siguiente:
Santa Rita, Rita
Lo que se da no se quita
Por el poder santo
Que confiere el agua bendita
Esta oración debe ser dicha solo una vez, mirando fijamente la estampa, y seguidamente envolveremos la botellita con el agua y la estampa sagrada, en una pequeña bolsa blanca, a poder ser de algodón, aunque también sirve la de fibra sintética.
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