- Cuatro velones rojos, sobre una palmatoria que pueda recoger la cera que de ellos se desprenda.
Seguidamente colocaremos los velones en los cuatro puntos cardinales de la casa, intentando que cada uno de ellos, coincida con una esquina.
Seguidamente los encenderemos con una cerilla De Madera y sentados con la espalda bien recta, diremos la siguiente oración, que puede ser recitada tres veces por la noche, durante siete días consecutivos:
Divinidades del fuego, esta misión os doy
Que ningún mal, en mi presencia viva,
Que ni espectros, maldiciones, mal de ojo o hechizos, en mi presencia vivan,
Que en mi presencia sean vencidos de noche y de día,
Escuchad mi mandato y recibid mi ofrenda (las velas)
¡y hágase mi voluntad!
Seguidamente con un aceite especial, concretamente el que se conoce como aceite de raíz de mandrágora, se uncirá la punta de los dedos de la mano derecha, y con este aceite, hará la señal de cruz en las tres esferales de la estancia (techo, central, suelo) y seguidamente volverá a realizar el mismo gesto (señal de la cruz) enfrente de las cuatro esquinas, quedando así toda la estancia bendecida y protegida.
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