Utilizaremos
- Siete trozos de carbón instantáneo
- Siete pajitas
- Un puñado de cenizas
- Un plato o cazuela de barro
- Un velón (vela grande) blanca
- Un trapo negro
Pondremos en la cazuela (o en el plato hondo) un puñado de cenizas, y sobre ellas, las pajitas que pueden ser de cualquier gramínea.
Esta cazuela la situaremos detrás de la entrada principal de nuestro hogar, y a las diez en punto de la noche, y durante siete días, quemaremos sobre las cenizas y las pajas un trozo de carbón instantáneo mientras repetimos tres veces:
Por la fuerza de San Gines
Y la divina providencia
Que todo mal que me (nos) rodee
Salga por la ventana para no volver.
Terminado el Séptimo Dia, cogeremos el velón y lo quemaremos recitando la anterior plegaria durante siete veces; transcurrido el ritual y consumido el velón, recogeremos todas las cenizas acumuladas, incluidas en el velón, las envolveremos en el trapo de color negro, mirando de que no quede nada en nuestro hogar, y lo verteremos en la basura, o cualquier lugar donde sepamos que nunca mas lo recuperaremos.
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