Se afirma que la piedra imán trae buena suerte para la paz, la concordia y la economía de la familia.
En la antigüedad era popular entre los hombres pues se utilizaba para reforzar la virilidad.
Para este propósito la piedra era ubicada en aceite durante algún tiempo y posteriormente este aceite se untaba en las partes íntimas del caballero.
También era usada para alejar la melancolía, para preparar elixires de amor y para comprobar la castidad de una mujer.
Se creía que perdía sus poderes si se la frotaba con ajo, y los recuperaba si se trataba con aceite de cabra.
Más allá de estas creencias populares, podemos decir que si llevamos una magnetita, nombre científico de la piedra imán, nos sentiremos más seguros, ya que, así como la piedra misma, se puede conseguir atracción.
Actualmente se la utiliza terapéuticamente para corregir daños causados en la columna vertebral por malas posturas, reumatismo, problemas articulares, y todo esto es posible gracias a los efectos magnéticos que la piedra posee equilibrando las polaridades del cuerpo.
Actúa positivamente en los oídos y tímpanos.
Ayuda a aliviar espasmos y tensión, acelera el proceso de la curación después de quebraduras, dando fuerza y energía.
Ubicada sobre la frente, vigoriza la mente.
Es muy importante limpiarla frecuentemente, ya que posee un gran poder de limpieza de energías negativas, que quedan acumuladas en la piedra.
“La piedra que come” así pensaba de ella Tales de Mileto, el viejo sabio de Grecia.
Entre las varias oraciones que corren a su respecto, hay una que expresa lo siguiente:
“Poderosa piedra imán, tu, que tanto bien hiciste, como a otros gloria diste, dame a mi ventura y pan.
La Piedra de Imán como Amuleto
De hecho se le alimenta y crece espolvoreando sobre ella viruta o polvo de hierro, que se consigue en la herrería.
Es increíble pero así va aumentando su tamaño y tomando fuerza.
Esta herramienta mágica ha sido usada en toda una serie de tradiciones ocultistas por su gran potencia y poder.
Con ella potenciamos nuestro magnetismo personal.
Con ella podemos eliminar la timidez en público o incrementar nuestros ingresos económicos.
Basta hacer un pedido escrito y poner encima la piedra imán con una virutas de hierro encender una vela y leer en voz alta a la piedra lo que necesitamos para que la carga de comienzo
La próxima vez que veas una piedra imán piensa en ella como algo más que un sencillo mineral.
Fuente
Fernanda Islas
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