Mezclar un puñado de arena con una cucharadita de sémola de trigo y un poco de agua salada.
Empapar el cordón en el barro resultante.
Hacer en el cordón siete nudos y dejarlo secar al Sol.
En ese momento, se debe recitar, en voz alta, la siguiente oración siete veces: “Que nadie me perjudique en el trabajo y que la envidia que me puedan tener se desaparezca”
Guardar el amuleto en algún rincón, en el lugar de trabajo.
Se puede renovar el ritual una vez al mes, utilizando el mismo cordón.
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