Necesitas el reconocimiento de los demás para sentirte feliz.
Y para lograrlo no escatimas esfuerzos y te aseguras de que no haya dudas acerca de tu honorabilidad.
Las exigencias a tus propios actos son altas, porque tienes tu firme opinión sobre la moral y la ética, y no estás dispuesto/a a comprometer tus convicciones, aunque puedes ser muy tolerante con los demás, si, a cambio, respetan y reconocen tu individualidad.
Por eso te esfuerzas siempre en dar un buen ejemplo, esperando la aprobación de la sociedad.
Ya que te exiges tanto a ti mismo es probable que desarrolles, en el transcurso de tu vida, una personalidad fuerte que posee la grandeza mental de apoyar otros sin esperar nada a cambio y que rara vez pide ayuda a otros.
Necesitas sentirte orgulloso/a de ti mismo/a y de tu obra; jamás podrías sentirte feliz si tienes la sensación de haber evitado un reto o haberte huído de el como un/a cobarde..
Tampoco podrías disfrutar de una gratificación o remuneración no merecida.
Es importante para ti tener suficiente espacio para hacer pleno uso de tu potencial creativo.
Sencillamente, necesitas un área –sea cual sea, en relación con tu profesión, el ocio o tu familia– que puedas moldear según tus ideas y visión de la vida.
No obstante, aunque puedes estar muy centrado/a en ti mismo/a, siempre eres consciente de dónde estás, ya que no puedes vivir sin la resonancia positiva de tu entorno, un requisito imprescindible para tu felicidad y sentimiento de ser afortunado/a.
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