En el principio fue Eru, el Único, quien habitaba en el Vacío y cuyo nombre en lengua élfica era Ilúvatar.
De Ilúvatar surgieron pensamientos a los que Él dio vida eterna merced al poder de la Llama Imperecedera.
Ilúvatar llamó a estas creaciones Ainur, los «santos».
Fueron la primera raza y habitaron los Palacios Intemporales que Ilúvatar concibió para ellos.
A cada uno le fue otorgada una poderosa voz, para que cantaran Gandalf, el Istari ante Ilúvatar, para complacerle.
Las leyendas se refieren a esto como la Música de los Ainur, en la que surgían grandes temas cuando los espíritus individuales buscaban la supremacía o la armonía, según su naturaleza.
Con una palabra y la Llama Imperecedera, Ilúvatar creó a continuación Ea, el «Mundo que es»; los elfos y los hombres lo llamaron más tarde Arda, la Tierra.
Algunos de los Ainur descendieron a este mundo recién creado, donde se los conoció como los Poderes de Arda.
En Arda adoptaron diferentes formas, cada uno según su naturaleza y los elementos que amaban, y, aunque no estaban atados a una forma visible, muy a menudo la adoptaban bajo la característica de una indumentaria, y en edades posteriores serían conocidos por los elfos y hombres bajo esas apariencias.
En Arda, los elfos dividieron esta raza en dos: los Valar y los Maiar.
Aquellos de los Ainur que figuraban entre los Valar eran: Manwë, Rey de los Vientos; Varda, Reina de las Estrellas; Ulmo, Señor de las Aguas; Nienna, la Plañidera; Aulë, el Herrero; Yavanna, Dadora de Frutos; Oromë, Señor de los Bosques; Vána, la Siempre Joven; Mandos, Guardián de los Muertos; Vairë, la Tejedora; Lórien, Señor de los Sueños; Estë, la Sanadora; Tulkas, el Campeón; Nessa, la Bailarina, y Melkor, llamado posteriormente Morgoth, el Enemigo Negro.
Muchos de los Ainur eran Maiar, pero únicamente unos pocos aparecen nombrados en las historias de los hombres: Eönwë, Heraldo de Manwë; Ilmarë, Doncella de Varda; Ossë de las Olas; Uinen de los Mares Calmos; Melian, Reina de los sindar; Arien, Conductora del Sol; Tilion, Conductor de la Luna; Sauron, el Hechicero; Gothmog, Señor de los balrogs, y Olórin (Gandalf), Aiwendil (Radagast), Curunir (Saruman), Alatar y Pallando, los Magos.
En la historia de la Tierra Media también aparecen otros personajes que bien podrían haber sido Maiar: Thuringwethil, la Vampira; Ungoliant, la Araña; Draugluin, el Licántropo; Baya de Oro, la Hija del Río, e Iarwain Ben-adar (Tom Bombadil).
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