14 de diciembre de 2017

Diana - Diosa De La Casa y la Hechiceria -


Diana la Cazadora, es una diosa itálica identificada con la Ártemisa griega. 
Pero no hay que confundirlas cronológicamente. 

Etimológicamente, el nombre Diana significa "del día" (Lat. dies= día) o "divina" (Lat. divus= divina). 

Diosa de la caza , la luna y el parto es una de las doce grandes divinidades del panteón romano. 
Hija de Júpiter y de Latona. 
Siendo testigo de los dolores del parto de su madre, concibió tal aversión hacia el matrimonio que pidió y obtuvo de su padre la gracia de guardar perpetua virginidad, como su hermana Minerva
Por esta razón estas dos diosas recibieron del oráculo de Apolo el nombre de «vírgenes blancas».

Hermana gemela de Apolo -Febo, el dios sol, Diana es la deidad de la luna, en una extraña convivencia con la diosa griega Selene o Febe, a quien llegó a suplantar, y con Hécate, la diosa de las sombras lunares y de los abismos infernales. 
Diana se transforma en Hécate durante la fase de luna menguante. 
Y de Hécate a Proserpina en los infiernos. 
De aquí que Diana fuese también denominada diosa triple, triple Hécate o Trivia romana (diosa de las encrucijadas o de los tres caminos) . 
Catulo escribió un poema a Diana en la que ella tiene más de un alias:. Latonia, Lucina, Iuno, Trivia, Luna. También formaba una trinidad con otras dos deidades romanas: Egeria, la ninfa acuática, su sirviente y ayudante comadrona, y Virbio, el dios de los bosques.

Diana ocupa un lugar especial, como diosa de la caza, esta divinidad de los bosques era cruel ya que estaba acostumbrada a matar utilizando el arco y las flechas. 
Homero se refiere a ella como la diosa con flecha o tirador de la flecha. Su arco es de oro. Es curioso que su hermano Apolo tenga un arco de plata. 
Entregada a este ejercicio varonil, acabó por volverse insensible a las inclinaciones de su sexo. Ninguno de los pretendientes que intentaron su amor lo lograron. Pero al mismo tiempo era la protectora de los animales salvajes y de la naturaleza. 
En Roma se convirtió en la protectora de los esclavos fugitivos, y por consiguiente "cazados". Posteriormente en la Edad Media, Diana era adorada como la diosa de los pobres, los oprimidos y los perseguidos por la Iglesia Católica identificada por esta, como la diosa de las brujas. 

En el mundo romano agosto estaba dedicado a festejar a Diana .
El 13 de agosto empezaba el festival de la diosa Diana,  la divina cazadora y fecunda deidad lunar, protectora de las amazonas, y más tarde, de las brujas. 
Por ser el día más caluroso del año se representaba a la diosa con una antorcha en su mano derecha. En esta noche los festejos se realizaban en un bosque. 
Las vestales portaban el fuego sagrado y las ninfas bendecían las aguas. 
Tambien era la señora de la fecundidad, las mujeres favorecidas por la diosa adornadas guirnaldas iban a su santuario pidiendo su protección para obtener un buen parto, mientras los hombres era purificados de la culpa de haber matado animales salvajes (criaturas de la diosa). 
Según el libro "El Hombre en busca de Dios" los devotos construían un improvisado templo en el que dejan toda la noche sus lamparillas encendidas y tortas de miel en forma de luna, sobre la cual se ponían velas. 
De ahí nuestro pastel de cumpleaños.

La juventud era purificada con el agua y se celebraba un festín consistente en vino, cabrito, tortas humeadas sobre ramas de manzano repletas de fruta preparadas y consagradas a Diana según un preciso ritual. 
Las sacerdotisas de la diosa eran iniciadas en su culto con ritos misteriosos y crueles, como los latigazos hasta sangrar. 
Estas se emborrachaban durante la celebracion de sus misterios con bebidas y pociones que favorecian las visiones del mundo ultraterrenal de Hécate, una de las personificaciones de Diana. Los habitantes de la Taurida (hoy Crimea), que veneraban a Diana como divinidad predilecta, cuidaban de complacerla degollando sobre sus altares a todos los extranjeros que alguna tempestad arrojaba a sus costas.

Diana era una diosa dual. 
Ctónica como Hecate y celestial como Artemisa. 
En la época moderna Diana en sus múltiples características, en especial como Hécate,  la faceta más siniestra de la diosa, se ha hecho popular en las religiones neopaganas de inspiración feminista y la wicca gracias en gran parte a su asociación como diosa a la brujería. 
Adorada durante muchos siglos, sus ritos aun sobreviven en el paganismo actual.




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