La historia de los Elfos Oscuros está llena de traiciones, de derechos de nacimiento negados y de una retribución muy esperada. Son incursores voraces que van dejando su huella sangrienta a lo largo y ancho del Mundo.
Toman lo que quieren y arriesgan sus vida con la promesa de gloria, poder y riquezas.
Ambicionan un Futuro donde ellos dominen gloriosamente, donde los capiteles de sus odiados enemigos sean derribados y el gobierno de su Rey Brujo inmortal, Malekith, alcance todos los rincones del mundo.
De todas las razas del mundo de Warhammer, los Elfos Oscuros encarnan la maldad más pura; sienten placer al cometer actos malignos por el simple placer de hacer sufrir a los demás.
Como un niño que arranca las alas a una mosca, un Elfo Oscuro, torturará un prisionero muy lentamente, simplemente para ver cuánto dolor puede causarle antes de que su víctima muera.
Ni tan sólo has seguidores ale los malignos Dioses del Caos son tan depravados, porque si bien son capaces de cometer actos de inenarrable horror, al menos lo hacen en nombre de sus dioses y para propagar su religión maldita.
Los Elfos Oscuros no sienten la necesidad de refugiarse en ningún tipo de excusa.
Los Elfos Oscuros, o los Druchii como se llaman a sí mismos, no son la única raza de Elfos del mundo.
Hay tres grandes civilizaciones nacidas en Ulthuan que se desprecian unas a otras por considerarse seres lloriqueantes y decadentes, no aptos para heredar el legado de la antigüedad.
Al este de Naggaroth, sobre el suelo fracturado de Ulthuan, viven los Altos Elfos, los Asur.
Entre estos dos reinos nunca podrá haber paz ya que las traiciones de antaño no fueron más que la salva inicial de una guerra amarga que ha durado milenios.
Pese a que los Elfos Oscuros desean gobernar el mundo, al menos dejan clara su ambición.
No como los Altos Elfos, que bajo el disfraz de la protección, no se preocupan de las consecuencias que pueda haber para otras tierras. Más al este, en el continente infestado por los humanos y otros bárbaros primitivos, se encuentra Athel Loren, el reino de los Elfos Silvanos, los Asrai. Los Elfos Silvanos reciben el desprecio tanto de los Elfos Oscuros como de los Altos Elfos ya que no pretenden gobernar o controlar, solo resistir.
Hechicero Elfo Oscuro
Independientemente de sus alianzas, todos los Elfos tienen vidas longevas y poseen una seguridad en sí mismos que parece de otro mundo.
Son ágiles y rápidos de reflejos, capaces de avergonzar a los hombres más elegantes con su gracia sin igual. A pesar de que los diversos tipos de Elfos se diferencian poco entre sí, los Elfos Oscuros consideran que son los únicos que hacen un uso pleno de sus dones naturales, ya que son los únicos entre todos Elfos que no permiten que conceptos como la piedad y la tradición encadenen sus habilidades.
Los Elfos son mucho más altos que los humanos y son fuertes, aunque su constitución es más esbelta. Sus extremidades son largas y tienen dedos finos y delgados. Sus ojos son grandes y ovales, y su mirada es inquietante, ya que trasmiten una sabiduría ultramundana que desconcierta a otras criaturas. Para los Elfos Oscuros, su belleza fría enmascara el atractivo natural de su raza y un ceño fruncido o una sonrisa sarcástica suele acompañar el color pálido de la piel de sus rostros elegantes. En su mayoría, tienen el cabello oscuro, un aire siniestro y sus miradas solo trasmiten desdén.
Los Elfos son más astutos e inteligentes que las razas mortales. Cada una de sus palabras contiene un significado preciso que se altera con el cambio o la inflexión más sutil. Los Elfos Oscuros, en particular, son maestros del arte de retorcer el discurso para que sirva a su causa y pueden manipular las emociones de los demás para que se adapten mejor a sus propios intereses. Debido a ello los Druchii negocian y rompen alianzas sin tener en cuenta las consecuencias, sabiendo que sus lenguas de oro les ayudarán a sanar las heridas del pasado. Es esto, más que cualquier otra cosa, lo que hace que la sociedad de los Elfos Oscuros sea tan oportunista e impetuosa. Cuando las deudas pasadas se pueden borrar con una simple palabra, ¿qué necesidad queda de ley e integridad?
Guerreros Elfos Oscuros
Aunque la rapidez de mente y la velocidad del cuerpo resulta útil de forma individual a los Elfos Oscuros, la combinación de ambas les otorga una capacidad letal en combate.
Los detalles de la postura y el equilibrio del enemigo le dicen mucho a un Elfo atento, permitiéndole saber no solo dónde y cuándo atacará el enemigo, sino la forma en que el gesto del ataque debilitará su guardia. De esta forma, muchos enemigos han muerto a de un golpe que creían que les iba a dar el combate, sus vidas robadas por un arma increíblemente veloz, guiada por una mente aún más ágil.
Los Elfos tienen largas vidas y pasan muchos siglos perfeccionando sus habilidades.
Tienen emociones profundas y sus sentimientos de alegría y desesperación están mucho más arraigados que los de cualquier otra raza. Muchos Elfos pasan sus vidas perfeccionando sus talentos con objetivos pacíficos como la escultura o la poesía.
Otros consagran su tiempo a la magia intrincada o a desarrollar el más exquisito de los artefactos. Gracias a ello, los Elfos consiguen dar sentido a sus largas existencias de siglos y perfeccionan sus habilidades tanto en el campo de la felicidad como en el del dolor. Para un Elfo Oscuro, la imposición de tristeza y dolor, el arte delicado del asesinato y la tortura son sus únicos medios de expresión.
Solo se deleita con el sufrimiento de otros, pues una vida de cruel indiferencia y duras batallas ha enturbiado otros placeres.
Los Elfos Oscuros viven para satisfacer sus propios deseos y para dominar a otros.
Para ellos, los esfuerzos de los Altos Elfos son suaves e indulgentes y son síntoma de una debilidad que ha de suprimirse para que los Elfos vuelvan a tener poder en el Viejo Mundo.
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