Esta palabra, en sánscrito, significa "acto", "obra".
Más concretamente, el karma es la fuerza "invisible", que emana de todos los actos humanos.
Esta energía es la que hace al alma, prisionera de un cuerpo y le obliga a reencarnarse.
El karma hinduista es algo así como el balance de nuestros actos: de nuestras y malas acciones.
Así dice la ley del karma: "somos lo que hemos hecho, seremos lo que hagamos o haremos".
Pero la conciencia del débito acumulado desaparece con la introducción del atmán en otro cuerpo. Para evitar la pesadez del karma, se puede realizar mediante la devoción o los sacrificios a su divinidad preferida: Visnú, Siva, Krisna... o el yoga, desatando así todos los vínculos con el mundo. Los "Shadus" o santones hindúes y "Yoguis" o ascetas son numerosos en la India y parte de su conglomerado socio-religioso.
De esta manera la ley del Karma queda paliada en su fatalismo ya que depende de los esfuerzos del hombre para liberarse de dicho peso.
Esta esperanza da sentido a la existencia del hombre.
El objetivo de la existencia, a pesar de los renacimientos es la liberación.
Los hindúes la llaman "Moksa".
Dicha liberación deja el alma libre del "karma"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario