Shiva, el tercer dios de la trinidad, es para sus seguidores el Mahadeva o Maheshwar, o sea el Gran Dios, siendo las demás deidades solo devas o dioses secundarios.
En templos antiguos dedicados a Shiva, su figura aparece en los frisos, encima de la entrada, con los otros dos dioses de la trinidad a los lados, indicando su preeminencia sobre ellos.
Shiva es el dios de la destrucción, pero no por eso es un dios malo, ni tampoco esta a cargo de la muerte “normal” de los seres vivos; esta función la cumple el dios Yama.
El trabajo de Shiva es mucho mas trascendental: el de traer pralaya, la destrucción de la creación, para que todo pueda ser creado nuevamente. Sin destrucción, no hay creación. Así que el papel de Shiva es primordial.
Shiva tiene muchas caras diferentes.
La mitología esta repleta de leyendas donde alguien ora a Shiva y de el obtiene tal o cual don. Es generoso casi hasta el punto de ser engañado y se ha ganado el apodo de “Bhole Shankar” (el dios inocente). Todos son sus amigos, incluso los demonios y los malos espíritus.
Apariencia rara de Shiva
Largo pelo atado en un moño sobre la cabeza, una piel de tigre cubriendo las caderas, rayas horizontales pintadas en su frente, el cuerpo cubierto de cenizas. Le gustan las drogas, sobre todo el cáñamo. Dicen que los otros dioses “serios” hablaban tan mal de el que su esposa Parvati, no pudiendo soportar la constante humillación, opto por suicidarse.
Otra de tantas imágenes de shiva es Variaba, un ser espantoso, con los dientes caninos asomando por la boca y tres ojos echando chispas.
El tercer ojo ubicado en forma vertical entre las cejas es capaz de aniquilar a cualquier enemigo al instante.
Una guirnalda de cabezas humanas cortadas con su temible tridente cuelga de su cuello, una de sus múltiples manos lleva un mazo con cabeza de calavera, y otra una deslumbradora centella.
Una famosa imagen de Shiva es la que se llama Natraja, el rey de los bailarines.
En ella, vemos al dios bailando su conocida danza cósmica, el tandava: parado en un pie, el otro en el aire, los cuatro brazos extendidos simétricamente y el pelo largo ondulado como una bandera por el movimiento.
Tal es el vigor de la danza que se ha formado un circulo de fuego a su alrededor.
Por su vivida representación de la fuerza vital, estas imágenes hechas en bronce se encuentran en los museos mas destacados del mundo.
Observando con atención, notaremos una disminuta figura femenina apoyada en el pelo de Shiva.
Es la diosa ganga, version mitica del río ganges.
Esta asociación data de cuando shiva se ofreció a ayudarla a bajar del cielo a la tierra, como vemos en la leyenda que sigue.
Y el Ganges bajo a la Tierra
Existen varias versiones de la leyenda del Ganges, pero todas coinciden en que originalmente el río era una diosa que vivía en el cielo. Por razones que varían según la version de la leyenda, se le pidió que bajara a la tierra.
Ella acepto hacerlo pero la cuestión era como, puesto que si el río bajaba directamente desde tanta altura, arrastraría todo con la fuerza de sus aguas, y en lugar de hacer el bien, causaría mucho daño. Todos los dioses estuvieron reunidos discutiendo el asunto sin poder solucionar el complejo problema, hasta que shiva dijo que el pondría su cabeza y absorbería el impacto de la gran cascada. Así se hizo. El ganges cayó sobre su frondosa cabellera donde quedo enredada toda el agua.
Shiva retorció un mechón de su pelo y el río comenzó a caer suavemente.
Esta leyenda se representa en los retratos de shiva donde vemos un chorro de agua saliendo de su cabeza. Hay muchos templos del dios shiva a lo largo del río Ganges, confirmando la asociación.
Fuentes Consultadas
Mitologia.com
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