21 de diciembre de 2017

Armagedon - Profecias Sobre El Fin Del Mundo -


¿Cómo será la guerra entre el bien y el mal? ¿hay señales en el presente que la estén anunciando?

Miseria, enfermedad y catástrofes son las señales de la época que nos toca vivir.
La clarividencia de los profetas y el estudio cósmico que hicieron los sabios vaticinan el reinado mesiánico de mil años y la vuelta del Mesías. Después, vendrá el Armagedón o la última batalla de Dios contra el Diablo.

Según La Biblia, la ira de Dios será consumada con el derramamiento de las Siete Plagas. 
Éstas afectarán principalmente a los que tienen la señal de la Bestia y adoran a su imagen.

La marca de identificación personal del Falso Profeta será llevada por todos, alojada en alguna parte del cuerpo reivindicando a la Bestia.
Cualquiera que acepte de buena gana esta marca perderá toda la posibilidad de salvarse.
Asimismo, la idolatría de figuras con pocas virtudes, el vicio de personas jóvenes con carácter dependiente, la perversión de las tradicionales formas de vida regidas por la ley de dios, son sólo algunos de los aspectos que plantean el Fin de la Era del Hombre. Aquí descubriremos algunas de las claves del Libro del Apocalipsis que nos permitirán reconocer esas señales. Obra del apóstol Juan, desterrado en la Isla de griega de Patmos, es quizá el más famoso de todos los libros del Nuevo Evangelio. Una narración sobre el futuro escrita hace casi dos mil años, que parece estar haciéndose real aquí y ahora.

El Apocalipsis Y La Vuelta Del Mesias 

“El Tiempo del Fin”, “Últimos Días”, “El Final del gobierno del Hombre” y otros términos similares se refieren al período de tiempo que precede inmediatamente al retorno del Hijo de Dios a la tierra.
En ese proceso, sobrevendrá el Apocalipsis en la conciencia del ser humano, es decir, se revelará la redención de la humanidad a través de la palabra de divina, porque eso es lo que la palabra apocalipsis significa en griego.

Esta revelación será inmediatamente anterior a la vuelta del Mesías, el Rey de Reyes, marcando el inicio de su reinado en la Tierra: “…Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión” (Apocalipsis 20: 7). Por esta razón, en el inicio de cada milenio -como el actual-, no es extraño que aparezcan líneas de pensamiento que advierten sobre el “fin del mundo” y la llegada de una “nueva era”.

La Venida de Jesús

En estos momentos, el reinado de Jesús ha entrado en su tercera etapa e iniciado un nuevo milenio tras doblegar al falso profeta y encerrarlo por mil años más en su abismo.
Anteriormente, las conquistas cristianas ante la Bestia han coincidido con procesos históricos en los que se han desarrollado grandes imperios y en una lucha espiritual por la libertad. Así, por ejemplo, la llegada de Cristo en el Año Cero coincide con la máxima expansión del Imperio Romano; al igual que el primer milenio,  que repite esa batalla entre el bien y el mal mil años después.

Eso simbolizan las Cruzadas cristianas hacia Tierra Santa, entre el siglo X y el XIII, que son expresión de ese proceso de tribulación en el que la palabra de Dios se había vuelto un motivo para emprender nuevas guerras entre hermanos. Finalmente, el comienzo de este Tercer Milenio también se avizora signado por la explotación que impone la vida moderna, donde prima el individualismo sobre el bien común y donde la avaricia materialista de la vida organizada por el trabajo asalariado domina nuestras vidas y perfila una deshumanización creciente

Incluso, es tan acertada la correspondencia entre los hechos descriptos en el Apocalipsis y el relato histórico, que esta guerra entre el bien y el mal es anterior a la llegada de Cristo.
Porque el Armagedón refiere a la llamada batalla del fin de los tiempos, ocurrida mil años antes de Cristo, en el monte Megido, entre el ejército de Tutmosis III y una coalición de pueblos cananeos.
Los primeros vencieron y así los habitantes del valle de Canaán fueron sometidos por el Imperio Egipcio.
De ahí, la idea de que todo cambio de era parece presuponer una guerra real y espiritual que da nacimiento a un nuevo orden histórico, moral y social.

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