La Profecía que haría a Michel de Nostradame famoso en sus tiempos fue la cuarteta que predijo la muerte del Rey Enrique II de Francia.
El león joven al viejo sobrepasará,
En campo bélico por singular duelo,
En jaula de oro los ojos le atravesará,
Dos choques uno después morir muerte cruel.
En 1559, a pesar de haber sido avisado por el vidente Luca Gaurico, que le desaconsejaba los duelos, el Rey Enrique se apresta a participar en un torneo celebrado durante las fiestas de los matrimonios de su hermana Margarita de Valois con el duque de Saboya y de su hija Elizabeth con el Rey de España.
Tanto el Rey Enrique II de Francia como su jóven oponente, el conde de Montgomery, tenían leones labrados sobre sus escudos.
Dado que el torneo había terminado en empate, el Rey insistió en hacer una especie de revancha, que acabó disputándose y terminó con la rotura y el astillamiento de la lanza de Montgomery y la perforación de la visera del Rey.
Heridas múltiples en la cara y el cuello lo llevaron a una terrible agonía que duró diez días.
El Rey tenía como amante principal a Diana de Poitiers, a lo que su esposa,
Catalina de Médicis, tal vez le correspondió con una relación mantenida con el conde de Montgomery.
Según la escritora Hewitt, en la profecía original, en el verbo surmonter (sobrepasar) se esconde una alusión a este.
Esta profecía fue publicada en 1555, cuatro años antes de la muerte del Rey, lo suficientemente lejos en el futuro para poder ser considerada profética. (aunque no se pueden descartar planes homicidas elaborados por Catalina de Médicis).
Finalmente, la cuarteta parece cumplirse en vida del vidente, lo que dió una cierta credibilidad, natural para la mentalidad de la epoca, a las cuartetas de Nostradamus.
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