Pocas veces verás a un Águila enfermo.
Y si lo está, hará lo posible para que no se le note en absoluto.
Odian mostrar debilidad, incluso delante de sus seres queridos.
Del mismo modo, desconfían de las personas quejosas y acostumbran a bromear sobre ellas.
No temen a la enfermedad ni la muerte y se comportan como si estuvieran a las mil maravillas aunque, en realidad, deban guardar reposo.
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