Al iniciar y finalizar una ceremonia mágica, el operador agita una campanilla nueve veces,
girándola en dirección de las agujas del reloj cuando la ceremonia es de Magia Blanca y en sentido contrario es de Magia Negra.
El operador dirige los toques a los cuatro puntos cardinales para purificar el ambiente al comenzar, y para intensificar el objetivo cuando da por terminado el acto.
El sonido de la sineta posee la cualidad de generar una actitud de concentración en los participantes que se disponen a unificar sus mentes, interrumpiendo este estado cuando, nuevamente, la campanilla anuncia que el tiempo ha finalizado.
Fuentes Consultadas
Norel
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