Introducción al mito de la creación del mundo y de los Dioses nórdicos.
Las fuentes de la mitología nórdica son (principalmente) las Eddas, la Edda Mayor y la Edda menor.
La Edda Mayor, que es también la más antigua, es una colección de poemas anónimos.
El idioma es islandés y data del año 1000 o incluso antes.
Se pueden dividir los poemas en dos grupos: poemas míticos que hablan sobre la creación y el fin del mundo, y los poemas heróicos que hablan principalmente sobre Odin y Thor.
La Edda Menor es también llamada la Edda de Snorre Sturluson quien lo escribió alrededor de 1220. Es un manual de poesía para los escaldos. Consta de tres partes:
Gylfaginning es una descripción de la mitología, es decir el mito de la creación del mundo, de los dioses y de sus vidas.
El propósito de contar los mitos era dar a los escaldos la base de su poesía.
Skáldskaparmál es una presentación sistemática del lenguaje de los escaldos, y contiene asimismo muchas citas de poemas de escaldos denominados y anónimos.
Hattal significa registro de metros. Consta de un poema de 102 estrofas, cada una con su propia pecularidad métrica o linguística, mostrando así las reglas del lenguaje poético.
El Mito de la Creación
El principio, érase el Frío y el Calor. El frío era Nilfheim, un mundo de oscuridad, frío y niebla.
El calor era Muspell, el mundo del eterno calor. Entre estos dos mundos existía un gran vacío con el nombre de Ginnungagup. En Ginnungagup surgió la vida al encontrarse el hielo de Niflheim y el fuego de Muspell. De este encuentro entre el frío y el calor nacieron primero el ogro Ymer y después la gigante vaca llamada Audumbla. Ymer vivió de la leche de Audumbla, y de su sudor nació una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo. Ese fue el origen de los "gigantes de escarcha", también llamados yotes. Audumbla vivió lamiendo la escarcha en las rocas salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, y de él descienden los dioses llamados asas.
El hijo de Bure, de nombre Bor, se casó con la hija de un yote, Bestla, y juntos tuvieron tres hijos dioses: Odin, Vile y Ve. Odin y sus hermanos mataron a Ymer, y de su cuerpo crearon la tierra, de su sangre el mar, de su cráneo el cielo, de sus huesos las montañas, de su pelo los bosques, de su cerebro las nubes y de sus cejas un muro alrededor del inhabitable exterior. En este nuevo mundo crearon el mundo de los hombres, llamado Midgård. Luego, y para que los hombres no se sintieran solos, crearon en el centro de Midgård el mundo de los asas, Asgård, en cuyo centro crecía un gran fresno llamado Yggdrasil.
Yggdrasil fue el árbol de la vida, y si muriera, significaría la destrucción total del mundo.
Yggdrasil sostenía el cielo y en su copa vivía un águila, y entre los ojos del águila un gavilán llamado Vederfølner. Por el tronco corría la ardilla Ratatosk pasando noticias e insultos entre el águila el dragón Nidhug que vivía al lado de una de las raíces de Yggdrasil. Cuatro ciervos corrían por sus ramas y el rocío que caía de su cornamenta formaba los ríos del mundo. Yggdrasil tenía tres raíces. Una yacía en Asgård, donde también se encontraba el pozo de Urd vigilado por tres nornas, encargadas de sacar agua del pozo para regar Yggdrasil. Estas tres nornas (diosas del hado) reinaban sobre el destino de los hombres y decidían si vivirían felices o no. La otra raíz yacía en Jotunheim, el mundo de los yotes (gigantes de escarcha), y aquí también se encontraba el pozo de Mimer. Era el pozo de la sabiduría y el que bebía del pozo sabría todo lo pasado y todo lo venidero. En el fondo del pozo se hallaba uno de los ojos de Odin, quien lo dio en prenda a cambio de sabiduría. La tercera raíz yacía en Niflheim, donde se encontraba también el dragón Nidhug.
En Asgård tenía Odin su casa llamada Valhal, donde vivían los guerreros vikingos muertos (Einherjerne) y las valquirias. Las valquirias eran las vírgenes guerreras o espíritus de guerra de Odin, y las que llevaban a los guerreros muertos a Valhal. Valhal tenía 540 puertas y todas tan grandes que podían entrar 800 hombres a la vez. Su techo estaba cubierto de escudos dorados, encima de los cuales caminaba la cabra Heidrun. Heidrun comía las hojas de Yggdrasil y de su ubre caía la hidromiel que bebían los guerreros.
Todos los días los guerreros de Valhal salían al campo de batalla, aunque ahora sin que les ocurriera nada. Si se les caía un brazo o una pierna, las valquirias lo arreglaban por la noche. Después de la batalla venía el gran festín con mucha comida y bebida. Valhal era una especie de paraíso para los guerreros, algo que les quitaba el miedo a morir. Así se preparaban para la última batalla el día de Ragnerok, "el crepúsculo de los dioses", el día del fin del mundo.
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