En el territorio de los aluches, tradicionalmente el Sureste de México: Quintana Roo, Yucatán y Campeche..., se habla de ellos con normalidad.
Mucha gente del campo dice haberlos visto, especialmente herboristas y chicleros acostumbrados a adentrarse en la selva, e incluso comentan que a menudo les guían cuando se pierden, y les ayudan en la búsqueda de ciertas especies vegetales.
Se parecen a los niños pues les gusta reír y juguetear entre ellos incluso con quienes les están observando.
Se dice, fueron liberados de la tristeza por una poderosa hechicera a la cual regalaron un gigantesco huevo en agradecimiento. Cuidan de las riquezas mayas de la zona, puesto que fueron fieles compañeros suyos.
Dicen que quien llega a verles queda atrapado por su belleza y alegría. Las flores son su pasión por lo que de vez en cuando hay que acompañarlo de alguna.
Odian los malos olores, por lo que es conveniente una vez al mes, quemar incienso de sándalo.
Siguiente
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu Comentario