En Francia, durante el Renacimiento, se registró que el Zohar, o Libro del Esplendor, era conocido ya a partir del
siglo X.
El Zohar es el libro cabalístico más importante; fue escrito en hebreo y dado a conocer sólo en 1560.
Cuando apareció simultáneamente en Mantua y Cremona.
A partir de allí se imprimieron varias ediciones y muchos eruditos de Europa comenzaron a trabajar en su traducción.
Seguramente, la mejor versión no hebrea del Zohar fue la traducción al latín, en los años 1678, de Knorr von Rosenroth, en un libro llamado Kabbalah Denudata.
Contiene traducciones del Si fra-di-Tzeniuta (Libro de los Misterios Ocultos), el idra Rabha (La Asamblea Sagrada Mayor) y el Idra Zutra (La Asamblea Sagrada Menor),
que son libros contenidos dentro del Zo har.
Como el Talmud (escritos rabínicos y comentarios judaicos sobre la Torá, el Antiguo Testamento) y otros comentarios bíblicos, el Zohar es un comentario místico sobre la Torá
(formada por los libros Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio).
El Zohar fue usado como el texto básico para los teólogos no judíos durante los dos siglos — el XVIII y el XIX- en que hubo un marcado interés en la Cábala.
Este interés podía deberse a la mayor disponibilidad de libros sobre el tema y, también, a que había un gran descontento con el estado religioso en Europa.
La Kabbalah Den no fue traducida al inglés en 1877, y en 1888 se publicó la traducción realizada por S. L.
MacGregor Mathers, quien combino la traducción latina con el original en hebreo y los textos caldeos para hacer una nueva versión, que fue reeditada en 1926 con una introducción realizada por la esposa de Mathers, quien también practicaba la Cábala.
En 1887 Mathers y algunos amigos formaron un grupo llamado “La Aurora Dorada” (The Golden Dawn), que llegó a ser una de las mayores escuelas de ocultismo conocidas.
Sus integrantes estudiaron y practicaron la Cábala, y algunos se abocaron a desarrollar los poderes mágicos.
Durante el siglo XX hubo un resurgimiento de los estudios y los grupos esotéricos, que se mantienen activos en la actualidad.
Todavía existen templos de la Aurora Dorada y de la Orden de Arum Solis -otro importante grupo ocultista - en todo el mundo.
Algo del conocimiento de la Cábala se perdió en el pasado.
Algo de ese conocimiento permanece oculto en manuscritos y otros esperan por ser descubiertos.
Hay partes de la Cábala que fueron mantenidas en secreto por diversas razones, principalmente por que los cabalistas saben que existe una responsabilidad por el conocimiento y que éste debe ser transmitido con prudencia y sólo a quien esté
preparado para recibirlo.
Nos acercamos a un nuevo milenio, y entre otros cambios - asistimos a un proceso de despertar espiritual a escala planetaria, en el que ha renacido el interés por la Cábala como un camino posible hacia la evolución del ser humano.
Si bien muchos cabalistas judíos ortodoxos se niegan a compartir el conocimiento con miembros de otra fe religiosa, la mayoría acepta el intercambio con entendidos de diversos campos de la cultura para encontrar la verdadera esencia de su religión.
De ese modo, en los últimos quince años hubo una gran apertura entre los sabios y expertos en Cábala y todo indica que llegará, finalmente, el momento en que se muestren al mundo las maravillosas revelaciones que esta disciplina guarda para el hombre, la religión y la ciencia.
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