Este planeta enano es, con 2.300 km de diámetro, un poco más chico que Plutón, aunque está tres veces más alejado del Sol, siendo actualmente el objeto espacial más externo del Sistema Solar, exceptuando algunos cometas (y la sonda Voyager 1, actualmente unos 2 mil millones de kilómetros más allá de Eris).
Se descubrió en 2005, y desde entonces es conocido como "el décimo planeta".
La superficie eridiana está cubierta por una capa de metano helado, lo cual la hace un espectáculo bellísimo para la vista y uno muy malo para la salud.
Su color natural es rojizo, pero el metano y la formación de Tolinas le dan un aspecto azulado y grisáceo.
Eris disfruta de la compañía de una luna llamada Disnomia, de tan sólo 150km de diámetro, donde se sospecha que vive El Principito.
En la mitología, Disnomia era la diosa de la Anarquía, hija de Eris (Éride).
Eris, por su parte, era la diosa de la Discordia, que provocó la guerra de Troya.
De hecho, Eris fue el planeta de la discordia: gracias a su descubrimiento fue que los científicos debieron reunirse en 2006, y como resultado no sólo Plutón perdió su lugar en los diccionarios, sino que toda la clasificación de objetos del Sistema Solar sufrió una reforma… y todo para que la señorita Eris pudiera encajar en el modelo.
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