Los orientalistas asocian al Gallo con un tipo de simbolismo que ellos denominan "triadico", y que consiste en hacer confluir sobre ese animal - tres aspectos eminentemente definitorios de su caracterología.
Dichos aspectos son: el aparente, el evidente y el sensible.
Uniéndolos, según aquellos estudiosos, se logra conformar un espécimen humano que acredita, como principal virtud, una entereza a toda prueba que no sabe de renunciamentos y se robustece mas cuanto mas rudos sean los embates de la adversidad.
No en vano se identifica al Gallo con el nacimiento del alba (símbolo del constante resurgir de la vida). Cabe consignar que durante la Edad Media este animal se convirtió en alegoría de la resurrección.
Además, se le considera un símbolo solar, y la sabiduría popular, desde el comienzo mismo de los siglos, le atribuyo tareas de vigilancia, que ejerce emblemáticamente, en forma de veleta, desde lo alto de edificios, cúpulas y campanarios.
Fuentes Consultadas
Manual del Astrólogo
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