La Cábala, ciencia sagrada que obedece a las leyes más simples de la naturaleza, posee dos principios que la sostienen: las letras del alfabeto hebreo y los “Sefirot”.
Los Sefirot están formados por diez esferas, en las cuales la luz divina es recibida y se manifiesta a trabes de ellas. Las diez etapas sucesivas de la luz, dan al hombre la posibilidad de comprender el infinito.
Las 22 letras hebreas pasan por los 10 sefirot del árbol de la vida, formando así elmandala.
Cada sefirot representa distintos planos de la conciencia por los cuales es necesario transitar para evolucionar y encontrar así, la esencia del ser en una unión con lo absoluto.
Las runas de las tradiciones nórdicas, son contenedoras de diversos símbolos que representan la búsqueda de la armonía en relación con lo interno y lo externo.
Representan energías sagradas que hacen referencia a los distintos planos de la conciencia.
Cada tipo de mandala enseña una lección distinta.
Cada figura que integra un mandala posee varios propósitos: como objeto de adoración a una determinada deidad, como adornos de templos y lugares sagrados, como la manifestación concreta de alguna deidad, como foco de visualización y meditación, o bien como expresión plástica y artística del camino recorrido hacia el progreso y la evolución espiritual.
Mandala es sinónimo de espacio sagrado.
Pareciera ser que existe mas allá de una cultura en particular, incluso al margen de ésta, hallamos mandalas en el mundo natural, y más allá de nuestro planeta tierra nos encontramos con el espacio y sus maravillosas formas cósmicas.
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