Hace muchos años que las ciencias ocultas acuden a la numerología para revelar algunas incógnitas que deparan la vida de los seres humanos.
En una vida de 60 años de promedio se calcula que el año kármico se presenta cada nueve años.
Todo lo que no se libera en una etapa se arrastra hacia la otra, lo que la convierte en una etapa más pesada.
En cambio el conocimiento que vaya adquiriendo el ser humano en su recorrido, será su ayuda para seguir escalando en su evolución.
Los años Karmáticos se calculan agregando años a su cifra numerología natal, hasta que el resultado le dé 7.
Si la fecha de nacimiento es : 06-07-1982
Se calcula:
0+6+7+1+9+8+2= 33= 3+3= 6 (+1 años kármicos para que dé siete)
Esto significa, por ejemplo, que esta persona que nació en 1982 tuvo su primer año kármico en 1983.
La numerología divide nuestras vidas en varias etapas:
Infancia: El ser humano se deja llevar, es decir, no desarrolla ningún acto en su entorno, no es responsable de sucesos que trascurren en su contexto, presenta un "Karma Pasivo" hasta alcanzar los nueve años, ya que no posee la suficiente facultad para tener conciencia de sí mismo.
Adolescencia: De los 9 a los 18 años en esta etapa de adolescencia su personalidad comienza a tomar forma hasta dividirse del karma familiar para conocer su propio karma.
Primera etapa de Juventud: Entre los 18 y los 27 años.
Conoce la sociedad e impone su Karma Local en sus intereses sociales.
Se considera parte de una sociedad y es conciente de sus padecimientos y necesidades.
Juventud: Entre los 27 y los 36 años se replantea profundamente sus actitudes pasadas. Esto desestima el Karma De La Nacion adquiriendo una conciencia universal que trasciende todas las fronteras.
Adultez: Hasta los 45 años se da la etapa del Karma Activo donde el individuo se independiza del exterior y percibe que él es capaz de elegir su propio camino.
A esta etapa se la denomina la del karma de las acciones propias.
Madurez: Desde los 45 años hasta los 50 el individuo siente que es tiempo de reencontrarse con la sociedad que lo rodea.
La calma de los años le permite poder programar cosas sin ninguna prisa.
Etapa de liberación: Se da entre los 53 y los 63 años.
Se producen cambios y reformulaciones que dejan la puerta abierta a la posibilidad (la última) de torcer el rumbo del destino.
Esto hay que hacerlo con mucho cuidado para no cargar de negatividad la próxima vida.
Etapa final: Todo lo adquirido a lo largo de la vida se refleja en esta etapa que va más allá del Karma.
En este momento el regreso al interior del alma hace ver lo vivido serenamente.
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