7 de diciembre de 2017

Sin Mantras o Yantra, Ningun Ritual Tantrico Seria Concebible



Hablemos de los yantras
Sea en un dibujo lineal o de una superficie, el triángulo determina un espacio, y una de las funciones del yantra es estructurar, organizar el espacio y, en el caso del triángulo, con la menor cantidad de trazos posibles. 
El triángulo, con la punta hacia abajo, de color rojo (aludiendo a las menstruaciones) , es el yantra de la Femineidad; simboliza y, más aún, materializa a Shakti, en tanto potencia creadora, matriz cósmica. 



En cambio, un triángulo, con la punta hacia arriba, de color blanco (como el esperma), representa a Shiva, el sustrato estático del Universo, el principio masculino.



Desde lo simbólico, el triángulo representa la tríada; si es isósceles, evoca la armonía, el equilibrio. Con la punta hacia abajo, representa también al agua y con la punta hacia arriba representa también al fuego.

En cuanto al punto, en el Tantra, es Todo. 
Primeramente, cada yantra se organiza y se estructura alrededor de un punto central, esté marcado o no. 
Evolutivo, el yantra se desarrolla a partir de un punto y en torno a él y se “lee”  desde ese punto (su centro) hacia la periferia o inversamente. 
El punto es el yantra más denso que se pueda concebir; es energía condensada al máximo.

El Tantra lo llama bindu, es decir, literalmente, el “espermatozoide” unido al óvulo; representa a Shakti y Shiva y "Todo" allí presente. 
Es el que focaliza toda la atención del practicante y a ello le sigue la mente, multiplicando la fuerza mental y psíquica.



El cuadrado es la base estática por excelencia, representa al elemento tierra; incluye los cuatro puntos cardinales y las cuatro dimensiones del tiempo-espacio. Tétrada, su cuadrado da dieciséis, número sagrado del Tantra.

En el Tantra, el cuadro es un recinto sagrado abierto al exterior en forma de T, que son otros tantos umbrales de iniciación.

Otros elementos característicos de los yantras son el círculo y el loto. 

El loto es la flor tántrica por excelencia y la mayoría de los yantras llevan pétalos de loto alrededor de una circunferencia. 
La flor encarna también a yoni, el principio femenino, la potencia creadora femenina por lo que en toda flor el tántrico percibe un torbellino de energía sutil. 



Esta energía sutil opera en el cuerpo del tántrico y éste la activa en los chakras (centros de energía); el Tantra las representa con yantras, con determinado número de pétalos. 

Las técnicas sexuales activan automáticamente estas energías. 
La importancia de las flores en los rituales tántricos se refleja en Puja (adoración ritual con flores).

 En cuanto al círculo, símbolo central de la ceremonia de Chakra Puja, expresa la evolución cíclica de la manifestación y es la forma cósmica por excelencia.
Así, cada trazado elemental (punto, triángulo, cuadrado, círculo, flor) es un yantra en sí, pero, combinados, el Tantra forma conjuntos muy complejos en los que cada figura conserva su simbolismo propio pero cuya unión multiplica su potencia.

Cabe señalar que el yantra último, irreemplazable es el yantra-cuerpo. 
Con sus planos físico y psíquico, es considerado uno de los instrumentos más poderosos de transformación espiritual.

El cuerpo es el centro sagrado de todo ritual, de todo mantra, de toda ofrenda, de toda meditación, de toda liturgia; no existe otro lugar de peregrinaje ni morada de felicidad semejante al cuerpo. 
El mejor yantra es el propio cuerpo. 

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