El Camino del Diamante (Tibetano: Dorje Thekpa, Sanscrito: Vajrayana) es descrito a menudo
como la Joya de Corona de las enseñanzas de Buda.
Su meta es obtener el estado que va más allá de la dualidad del Gran Sello (tibetano: Mahamudra), en donde cada evento es auténtico porque expresa el potencial ilimitado de la mente.
Trabajando desde el nivel de consecuencia, trascendencia y entendimiento inspired para transformar toda experiencia en auto liberadora y en pureza natural, emplea métodos de identificación total con la Iluminación para obtener los resultados más rápidos.
Cuando hubo estudiantes que vieron al Buda no como un dios, una persona o una fuerza externa, sino que confiaron en él como un espejo de su propia mente, él pudo entonces impartir el Camino del Diamante.
Despertando las cualidades de los seres a través de su poder y comprensión profunda, Buda empleó innumerables medios hábiles para desarrollarlos plenamente.
En esencia, este último o tercer nivel consiste de tres enfoques: ellos son llamados: el Camino de los Métodos, el Camino de la Visión Penetrante y el Camino de la Confianza o Gurú Yoga. Usándolos, la mente puede reconocerse a sí misma, ya sea a través de su energía, su conciencia o su poder de identificación.
El Gurú Yoga, el método más practicado hoy en Occidente, contiene la aproximación más amplia a la Iluminación, sólo si el maestro de uno es confiable.
Esto también puede ocurrir a través de los Caminos de los Métodos y la Visión Penetrante.
Aunque no todo el mundo encuentra este camino adecuado, la naturaleza de la mente es mejor reconocida en la vida diaria a través de la identificación con un Lama compasivo, quien esté más allá del miedo.
Si uno puede descansar en la mente-espacio de un maestro con estas condiciones, uno desarrollará las propias cualidades inherentes, habrá un crecimiento asombroso.
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