8 de enero de 2018

Complejo o Sindrome Del Patito Feo -



Este trastorno podría llevar el nombre de un famoso cuento infantil ¿recuerdan? “El patito feo”, así es, el célebre patito que era rechazado, porque lo consideraban “feo” por su color grisáceo en comparación con los demás patitos, sin embargo él no era un pato, sino un cisne y que al crecer se vuelve muy hermoso y mucho más bello que los otros patos. Bueno después de recordar viejos cuentos de la infancia, explicaré en qué consiste este trastorno.

Este síndrome también es denominado dismorfobia o mejor conocido como Trastorno Dismórfico Corporal, dicho trastorno se encuentra en el grupo de los Trastornos Somatoformes. 

El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) se puede definir como el trastorno somatoforme que se caracteriza por una preocupación disruptiva con algún defecto imaginado en la apariencia (fealdad imaginada”).

Todos en algún momento hemos fantaseado con modificar alguna parte de nuestro cuerpo que nos desagrada, para mejorar nuestra apariencia, pero las personas con TDC que son individuos de apariencia normal, se imaginan que son tan feas (creen que lucen deformados, incluso hasta “horrorosos” o “monstruosos” cuando en realidad se ven bien) y por ello son incapaces de interactuar con los demás por temor a que la gente se ría de su fealdad.

Como dato curioso les comento que este trastorno fue descrito por primera vez por Morselli (1886) que la define como “sentimiento subjetivo de fealdad o defecto físico que el paciente cree que es evidente para los demás, aunque su aspecto está dentro de los límites de la normalidad”. Y sin embargo esta patología fue considerada como trastorno mental hasta 1987.

Las imágenes de la actividad cerebral de estas personas aparentemente son normales, pero al momento de procesar los detalles visuales ocurre una disfunción fisiológica que los hace verse a sí mismos cono “feos”

.

A continuación se describen los criterios diagnósticos del TDC basados en el DSMIV-TR:

- Preocupación por algún defecto imaginado del aspecto físico. 
Cuando hay leves anomalías físicas, la preocupación del individuo es excesiva.

- La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

- La preocupación no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., insatisfacción con el tamaño y la silueta corporales en la anorexia nerviosa).

Las principales obsesiones son con la piel, cara, genitales, arrugas, dientes, pecho, glúteos, cicatrices, asimetría facial, vello facial, labios, nariz. 
Los hombres se preocupan generalmente de los genitales, mientras que las mujeres suelen preocuparse más con su cara, pelo y pecho.

Por lo que recurren a la cirugía estética con el fin de aliviar la sensación de fealdad que sienten y suponen que de esta manera mejorarán su apariencia. 
Sin embargo cuando la persona no cuenta con los recursos suficientes adopta el concepto “hágalo usted mismo”, es decir, una intervención de tipo quirúrgico realizada de forma casera y por la misma persona con el fin de cambiar su aspecto.
Así el Dr. David Veale del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Londres y psiquiatra consultor en el Priory Hospital North London en un trabajo publicado en la revista Psychiatric Bulletin, relata algunos casos:

- Un hombre preocupado por su piel usó un papel de lija como forma de dermoabrasión para remover cicatrices e “iluminar” su piel. 

- Una mujer preocupada por la fealdad de múltiples áreas de su cuerpo decidió hacerse una liposucción pero, como no pudo costearla, utilizó un cuchillo para cortar sus muslos intentando sacar hacia afuera sus adiposidades.

- Un hombre preocupado por tener la tez enrojecida, repetidamente se extrajó sangre con una jeringa y una aguja y posteriormente se sometió a donar sangre en una clínica de transfusión. 
El objetivo era lucir “más pálido”.

Algo que debe resaltarse es que las personas con TDC no quedan satisfechas con los resultados al someterse a una cirugía estética a diferencia de las personas que lo hacen por vanidad.

En base a un artículo publicado en el diario "La Jornada” en el que Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revelaron que el 4 por ciento de la población del país padece de dismorfobia, sin embargo reconocían que el porcentaje de mexicanos con este padecimiento puede ser mucho más alto debido a que está subdiagnosticado, ya que antes de tratarse con especialistas en psicopatología los afectados usualmente primero acudieron con cirujanos plásticos, dermatólogos, etc., en busca de corregir defectos físicos. 
En el país, las mujeres son las más afectadas por este trastorno, y en la mayoría de los casos inicia en la adolescencia.

Un trastorno algo complejo ¿no lo creen?, más que la trama del cuento ¿no?, pues bien yo termino con la siguiente frase:

“La belleza reside en el corazón de quien la observa” (
- Albert Einstein



Fuentes:Anayanzin Antonio Cañongo
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Alejar Pensamientos Negativos -


Estar en modo rumiante, como lo llaman los psicólogos, gasta glucosa y genera y despierta distintos estados de ánimo; las mujeres son más vulnerables; técnicas para frenarlos

Haga usted lo que haga y esté donde esté, siempre acaba pensando lo mismo. 
Ha dedicado al asunto, llamémosle X, el tiempo y la energía equivalentes a una tesis doctoral. 
Sólo que no ha logrado título alguno; tampoco ha conseguido avanzar ni emprender nada nuevo. 
Está atrapado. 
Los psicólogos se refieren a este estado con el término de pensamiento rumiante. Es tan gráfico que no requiere más explicaciones.

Cuando se está en modo rumiante, se lleva esa bola X -que cada vez se hace más grande- de un lado a otro, se amasa, se nutre con nuevas ideas, se pasa a otro lado de la cabeza, se rumia un poco más, y cuando se cree que al fin va a ser expulsada, nos la tragamos otra vez. Lo peor es que mientras se rumian asuntos del pasado o elucubraciones de futuro, el presente -lo único real- pasa veloz delante de nuestras narices.

El psicólogo Xavier Guix asegura en su libro Pensar no es gratis (Granica, 2009) que cavilar demasiado no resulta ni siquiera barato. Nos hace gastar tiempo y energía: una inversión que puede ser inteligente o desastrosa. ¿Qué se hace cuando una inversión es equivocada? Se liquida y se busca un plan B. ¿Por qué una solución que vemos tan clara en asuntos económicos se nos escapa en otros aspectos? ¿Por qué nos cuesta tanto pasar página y parar de dar vueltas? "Rumiamos para entender nuestras emociones y nuestra relación con los demás", explica Guix. "Somos seres narrativos y necesitamos contarnos las cosas para que tengan sentido", agrega.

Pero ¿cuál es el coste de rumiar?: en primer lugar, se gasta glucosa, el combustible del cerebro. 
Cuando alguien dice que está agotado de pensar, es literal. Además, estos pensamientos generan y despiertan distintos estados de ánimo. "Al pensar influimos en nuestra química cerebral, y los pensamientos no son neutros, porque están construidos con imágenes, sensaciones y voces que actúan como estímulos para nuestros estados internos. 
Es así como podemos alegrarnos o destrozarnos el día, a golpe de pensamientos", asegura Xavier.


Las mujeres rumian más, lo que las hace, en opinión del psiquiatra Jesús de la Gándara, más vulnerables a las crisis. 

También son más flexibles y rápidas buscando la salida de emergencia y la solución, apunta el experto. 

"El fenómeno tan femenino de darle mil vueltas a todo aumenta la permanencia de los problemas en la conciencia y causa fatiga emocional. 

Nos perturba más la opinión que tenemos sobre lo que nos pasa que el hecho en sí mismo", dice Gándara. Otros psicólogos señalan que el hábito de las amigas de reunirse y tener largas controversias y debates acerca de lo que les pasa es un refuerzo emocional de gran valor, pero echa más leña al fuego y no ayuda a olvidar. 
"Cuanto más se nutre la obsesión, más fuerte se hace y más espacio ocupa en la mente".


Lo curioso del pensamiento circular es que lo que hacemos para resolver el problema se acaba convirtiendo en el auténtico problema. 
Por ejemplo, si cada vez que estoy ´pillado´ busco refugio en los amigos, les lleno la cabeza con mis angustias y agoto sus energías, lo más normal es que me quede sin ellos. 
Lo que antes era una solución se ha convertido en un problema", aclara Guix. 
El objetivo es entonces parar de dar vueltas. ¿No se supone que el ser humano es una máquina de olvidar? Sin embargo, cuando se está en medio del mare mágnum no resulta fácil. 

"Una de las funciones de la mente, en concreto de la memoria, es ayudarnos a sobrevivir, a no repetir situaciones que en el pasado nos han hecho sufrir o nos han traumatizado", apunta Xavier Guix.

Pero como el hommo sapiens es también un animal contradictorio, usa el mismo mecanismo contra sí mismo y se queda demasiadas veces atrapado en lo que pasó o perplejo ante lo que pueda venir. 
Parar puede servir, entre otras cosas, para preguntarse: "¿Para qué estoy utilizando mi pasado?". 
"El pasado puede servir para justificarse, para crear una identidad o para ahondar en la adicción a determinados estados de ánimo a los que nos hemos acostumbrado", explica el psicólogo.

Salir del pensamiento rumiante requiere un esfuerzo. 
No va a ocurrir por casualidad. Si la persona se deja llevar, volverán los mismos pensamientos de siempre. 

La clave está, según Xavier Guix, en poner una distancia cada vez mayor entre el pensamiento y el pensador. 

"Si vivo identificado con lo que pienso y siento, no hay nada que hacer. A medida que somos capaces de observar el proceso de ida y venida de nuestros pensamientos nos damos cuenta de su fugacidad. Al poderlos observar, tenemos más capacidad para intervenir en ellos y decidir dónde ponemos la atención".

Las llamadas técnicas de parada de pensamiento no sólo existen, sino que, además, funcionan. Con dos condiciones: persistencia y disciplina.
Se trata de una herramienta para interrumpir el diálogo negativo que las personas mantienen consigo mismas y que genera emociones desagradables.
El primer paso es identificar el malestar, saber cuáles son los pensamientos o la secuencia de pensamientos "malditos".
Algunos expertos recomiendan incluso que se verbalicen en voz alta.
Se trata de identificar exactamente lo que hace daño y, entonces, buscar otra actividad para interrumpir esta cadena de pensamientos.
Otros psicólogos recomiendan que se escoja "un estímulo de corte", es decir, un estímulo intenso que se pueda producir a voluntad y permita dejar de pensar (un ruido fuerte, una palmada, un "basta".

La psiquiatra clínica Elena Borges invita a cambiarse físicamente de lugar, a irse a otra habitación, por ejemplo, o a iniciar una conversación con otra persona.
"Hay que entrenar la atención y ser capaces de dirigirla hacia donde queremos, y no a la inversa", recomienda Guix.

Viajar con el piloto automático puede ser muy cómodo, pero deja a la persona en manos de sus hábitos mentales, y ya se sabe dónde puede llevarles esto.
Estar haciendo mil cosas a la vez -la famosa multitarea- sin concentrarse demasiado en ninguna tampoco ayuda. La mente seguirá su chachareo habitual mientras no esté ocupada del todo.

Justamente en ocupar la cabeza a conciencia descansan las técnicas de la psicología moderna.
Una de ellas es el mindfulness ("atención y conciencia plena del momento presente"): una teoría muy de moda repescada, cómo no, del budismo zen.
Consiste, según explica Xavier Guix, en "estar en el presente y atento a la experiencia, pero sin precipitarnos en poner etiquetas". Es decir, concentrarse en los hechos, aceptarlos y no liarse a juzgar o a hacer interpretaciones.

Consejos para controlar el pensamiento rumiante

- Hacer dos o tres respiraciones profundas.

- Puede cerrar los ojos, pero no es estrictamente necesario.

- Concentre su atención en la respiración. Aparecerán pensamientos y emociones. Déjelos pasar. 
Imagine que coge ese pensamiento y lo traslada fuera de su cuerpo. 
Hay quien prefiere contar del cien al cero para alejar los pensamientos invasivos.

- Cuando se sienta centrado, dirija la atención a las imágenes externas e internas que ve. Contémplelas sin más.

- Luego haga lo mismo con los sonidos.

- Después repita el esquema con las sensaciones corporales.

- Finalmente, centre la atención sólo en su cuerpo y su respiración.

- Procure estar en silencio el máximo de tiempo posible.


Fuentes: Karelia Vázquez 
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Complejo o Sindrome De Caperucita


Está bien ayudar a los demás, tener buen corazón y estar disponible para aquellas personas que nos necesitan. Pero cuando esta actitud de servicio es excesiva puede que estemos ante el complejo de Caperucita, tras el que se esconde una baja autoestima. En nuestro diccionario de complejos te contamos todos los detalles del complejo de Caperucita.

Cómo Superar el Complejo de Caperucita



Todas conocemos el cuento de Caperucita Roja, una niña que con tal de ayudar a su abuelita era capaz de atravesar el bosque y arriesgarse a encontrarse con el lobo feroz. Porque lo primero era el bienestar de su abuela. 
Las personas que sufren este complejo psicológico actúan a modo de Caperucita, poniendo el interés de los demás por encima del suyo propio. 
En la base de este complejo se encuentra una baja autoestima y una necesidad patológica de agradar a los demás.

Pero resulta que nunca vamos a poder contar con la aprobación de todo el mundo, ni tampoco con el cariño de todo el mundo. 
Poco importa si dedicamos nuestra vida entera a estar pendientes de los que nos rodean, a poner sus necesidades por encima de las nuestras, a ser sus hadas madrinas y estar disponible constantemente para satisfacer todos sus deseos, que lo único que vamos a conseguir es maltratar un poco más nuestra autoestima con este complejo de Caperucita que es uno de los más difíciles de detectar.

Algunos de los valores más interesantes de las personas son la generosidad y la solidaridad, pero son valores que únicamente son efectivos si se hacen de corazón y no por una necesidad de ser queridos. El primer paso para superar este complejo de Caperucita es darnos cuenta de que no ayudamos a los demás movidas por el altruismo, sino por un miedo irrefrenable a que no nos acepten. Estamos hablando, por supuesto, de problemas de autoestima.

¿Dónde está el equilibrio?¿Cómo podemos abandonar a Caperucita sin vernos sumergidas en el egocentrismo propio de un complejo de Narciso? La clave está en tener bien claro que somos independientes, que nuestra individualidad también cuenta y que para poder amar a los demás hay que saber amarse a una misma. 
De igual manera, si queremos ayudar a los demás, primero tenemos que ayudarnos a nosotras mismas.


Fuentes: Laura Vélez  
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El Sindrome De Peter Pan


El Síndrome de Peter Pan hace referencia a aquellos adultos que continúan comportándose como niños o adolescentes sin ser capaces de tomar la responsabilidad de sus actos y la vida adulta. 
Son personas que se niegan a crecer con una marcada inmadurez emocional matizada por una fuerte inseguridad y un gran temor a no ser queridos y aceptados por lo demás.

Síndrome de Peter Pan: Adultos atrapados en la Niñez

Los Peter Pan son los jóvenes eternos que se desentienden de las exigencias del mundo real escondiéndose en un mundo de fantasía, en su país de Nunca Jamás. 
Atrapados en él, no pueden desarrollar los roles que han de asumir, como el de padre, pareja o profesional, tal y como se espera en la adultez. Se pueden reconocer porque muchos de ellos puede que se resistan a independizarse de los padres, mantengan relaciones afectivas superficiales y sin compromiso o no acaben de encontrar su sitio en el mundo laboral. Como el conocido personaje de J.M. Barrie, vuelan continuamente buscando aventuras pero se sienten incapaces de detener su vuelo y conseguir una estabilidad en la vida real.

Esta resistencia a crecer, más frecuente en varones que en mujeres, fue definida por el psicólogo americano Dan Kiley en 1983, y es un problema cada vez más frecuente, pues sociológicamente este trastorno cada vez se encuentra más cronificado como consecuencia de la sociedad capitalista y de la inmediatez, en la que cada día las cosas se consiguen con menor esfuerzo y sin necesidad de compromiso, y en la que consumimos para rellenar los huecos afectivos. Todo ello nos reporta un placer inmediato, pero efímero. 

Las personas que padecen Síndrome de Peter Pan pueden parecer despreocupadas y felices, pues viven según la máxima del Carpe Diem, pero al indagar un poco en su vida o persona, afloran sentimientos de soledad e insatisfacción, acompañados de dependencia personal, pues necesitan a su lado a otra persona que satisfaga sus necesidades y les haga sentir protegidos. Esta persona que se encarga de satisfacerle generalmente son los padres, hermanos mayores o la pareja.

Consecuencias del Síndrome de Peter Pan

Las consecuencias del SPP dan lugar a importantes alteraciones emocionales, siendo frecuentes los altos niveles de ansiedad y tristeza, pudiendo derivar en cuadros de depresión. También se sienten poco realizados con su vida, ya que al no asumir la responsabilidad de sus actos tampoco siente sus logros como suyos (locus de control interno) lo que repercute directamente en la autoestima del individuo. 

Además, generalmente las personas con SPP se sienten incomprendidas y les resulta difícil darse cuenta de su problema e ignoran que lo padecen hasta que se da alguna situación crítica y se dan cuenta de que su forma de comportarse y enfrentar el mundo no es efectiva o es anómala respecto a la del resto de sus iguales.

Adultos que no asumen responsabilidades
A nivel relacional, también surgen dificultades debido a la falta de compromiso y la gran exigencia con los demás. Generalmente, la persona Peter Pan parece segura de sí misma, incluso hasta parecer arrogante, pero como hemos comentado antes, detrás se esconde una baja autoestima. Goza de muchas cualidades personales como la creatividad y el ingenio y generalmente es un buen profesional. Además, se esfuerza por despertar la admiración y el reconocimiento de la gente que lo rodea. Pero aunque socialmente puedan ser líderes apreciados por su capacidad de divertirse y amenizar el ambiente, en la intimidad despliegan su parte exigente, intolerante y desconfiada. Así que podría resumirse con la frase: "un líder fuera y un tirano en casa".

A nivel de relaciones amorosas, muchos de ellos son solteros que llegan a ser donjuanes por su gran capacidad de seducción, y van de una relación a otra constantemente. Los que tienen pareja pueden crear relaciones superficiales, estando años sin llegar a comprometerse mucho. Muchos cumplen con el perfil "Dark Triad".

También es candidato a actuar como Peter Pan el chico que pasa sin esfuerzo de ser el objeto de afecto de la madre al de la compañera o esposa. En este caso, como no llega a estar solo nunca, no aprende a hacerse cargo de su vida.

Señales del Síndrome de Peter Pan

Para poder acabar de reconocer Peter Pan presentaré las señales más características:



Aunque los adultos han llegado a la treintena o incluso rondan la cuarentena de años continúan comportándose como niños pequeños.
Sienten una gran necesidad de atención por parte de quienes le rodea.
Su actitud se centra en recibir, pedir y criticar y no se molesta en dar o hacer por los
demás. Quiere que le den lo que pide o si no se enfada, porque no toleran la frustración.
Vive centrado en sí mismo y en sus problemas sin preocuparse demasiado por lo que le sucede a quienes le rodean.
Siente insatisfacción constante con lo que tiene, pero actúa para solucionar su situación, desea tenerlo todo pero sin que le suponga ningún esfuerzo para conseguirlo.
Considera el compromiso como un obstáculo a la libertad.
No se responsabiliza de sus actos sino que pretende que los otros lo hagan por él. Además culpa a los demás por lo que no le va bien.
Se esconden detrás de excusas o mentiras para disimular su incapacidad para crecer.
Se siente muy atraído por la juventud, etapa vital idealizada para el sujeto con SPP.
Miedo a la soledad.
Mucha inseguridad y baja autoestima.

Causas del Síndrome de Peter Pan

El síndrome de Peter Pan, como la mayoría de fenómenos psicológicos, seguramente sea debido al efecto de múltiples factores, tales como rasgos de personalidad dependientes o evitativos, estilo de afrontamiento de los problemas o patrones educativos, pero parece que el que más peso tiene en este desajuste es la historia vital de la propia infancia; una infancia muy feliz y despreocupada que puede ser idealizada por la persona con SPP o por el contrario muy infeliz y sin afecto. 

En el primer de los casos, el síndrome busca perpetuar los momentos felices viviendo en infancia constante que se niega a superar, mientras que en el segundo la función del síndrome es recuperar la infancia robada, mediante la libertad que otorga el ser adulto.

"Madurar": redefiniendo el concepto

Crecer como persona es parte del desarrollo natural de los seres humano, pero no por ello significa que sea sencillo. Ser adulto requiere decidir de crecer y adoptar valores y objetivos en la vida. También requiere renunciar a algunas cosas para conseguir el objetivo, responsabilizarse de los propios errores y tolerar la frustración día a día.

Madurar no significa perder el niño que llevamos dentro, no dejarlo salir ocasionalmente convierte a las personas en demasiado rígidas, pero no hay que dejar que el niño domine y obstaculice la vida del adulto, como en el caso de los Peter Pan. Es imprescindible una relación de comprensión y cariño entre el adulto y el niño interior, pues madurar exitosamente consiste en lograr mantener un equilibrio entre ambas partes de la persona.


Fuentes: Anna Gimeno
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El Síndrome o Complejo De Cenicienta -



El síndrome de Cenicienta tiene una doble vertiente,  la primera esta basada en el rechazo del hijastro hacia la madrastra y fue descrita, por primera vez, por el Dr. Peter K. Lewin en 1976, en una carta al editor de la revista Canadian Medical Association Journal. 
En ella se describen las falsas acusaciones de algunos niños adoptados, de ser maltratados o descuidados por sus madres adoptivas mientras que la segunda acepción se refiere al miedo a la mujer a la independencia e, inicialmente, fue descrito por Colette Dowling, que escribió un libro sobre el miedo de las mujeres a la independencia, como un deseo inconsciente de ser atendidas por otros, basándose, principalmente, en el temor de ser independientes. 
El complejo porque, en realidad, se trata de un conjunto de síntomas y actitudes comunes a un grupo determinado, es cada vez más evidente a medida que la persona envejece.

Colette Dowling intentó definir a las mujeres con este síndrome como motivadas por un deseo inconsciente de ser cuidadas, como consecuencia a su miedo de ser independiente, parcial o totalmente.Ello puede ser por temor a responsabilizarse  completamente de si mismas o por la necesidad psicológica de ser protegidas.

El Síndrome de Cenicienta se caracteriza por el deseo de conseguir un” príncipe azul” que surja de la nada en su veloz caballo blanco para alejarla de su atribulada vida y vivir felices para siempre.Así que, pone toda su ilusión en encontrar un hombre guapo, simpático y rico que cumpla dichas fantasías. Por tanto, idealiza a su posible pareja lo cual hace que nunca encuentre a ningún hombre que cumpla sus expectativas.

Este complejo se llama Cenicienta, y fue popularizado por la película de Walt Disney del mismo nombre. Basada en la idea de las mujeres retratada en el cuento, por ser hermosas, elegantes y amables, pero que no son fuertes, ni independientes y que deben ser rescatadas por un hombre (el Príncipe). Sin embargo, también existen otros casos en que las “Cenicienta”  poseen fuertes personalidades y son muy capaces en las tareas que realizan. Pero,aún así, idealizan una figura más fuerte que ellas, sobreprotectora, amorosa y complaciente. La forma en la que fueron educadas afecta mucho dichas idealizaciones de estas personas

Pero  este complejo tiene dos personajes principales: La Princesa o Víctima y el Príncipe o Rescatador. Las situaciones donde establecen relación ambos es muy variadas, como parejas, padre-hijo, hermanos… aunque con iguales características de cada uno y la forma de interrelacionarse.

Partamos de la idea de que para que exista una princesa, debe hallar un hombre dispuesto a rescatarla; muy egocéntricos, adictos al control y, sobreprotectores. Además,”el Príncipe”piensa que “la Cenicienta” no puede vivir sin su constante cuidado. Pero, a los “Príncipes” no les gusta que las “Cenicientas” les contradigan, lo cual es debido al modelo de relación de pareja inculcado durante la infancia, a través de los padres.

En la interacción inicial entre la “Cenicienta” y el “Príncipe”, hay una reciprocidad beneficiosa para ambos. Pero esto, se va desgastando porque fuerzan cada uno las necesidades del otro. Así, la víctima-princesa, pudiera generar situaciones que la pongan en peligro para que el príncipe-rescatador llegue en su ayuda ; por ejemplo, hay personas que les suceden todo tipo de cosas tales como dejar las llaves dentro del coche o de la casa,  extravío de dinero,  picaduras de insecto … siendo casual que siempre esta cerca el “Principe” dispuesto a acudir al rescate.

Así, el rescatador acudirá gustosamente las primeras veces, llamará constantemente para asegurarse que la víctima se encuentra bien y procura estar disponible para ella. Si un día no puede apoyarle, se sentirá mal, creerá que está fallando como héroe, como padre, como hermano, como novio… Pero, al final, el príncipe-rescatador puede terminar por sentirse agobiado, cansado, desgastado y culpar a la princesa-víctima de ser abusiva, o demasiado débil. Comenzará a verla como una carga de la cual ya no quiere hacerse cargo. La princesa-víctima se resiente por los reproches del príncipe-rescatador, apreciando, lentamente, los múltiples fallos que este posee hasta que su imagen como Princípe-rescatador se acaba desmoronando.

¿ Qué podemos hacer ante el Síndrome de Cenicienta?

Tiene un componente de fantasía de rescate. Se trata de mujeres insatisfechas con su vida, su trabajo o sus relaciones sociales que esperan que la llegada de un príncipe azul las salve de su vida triste y frustrante, haciendo que todo sea mágico y maravilloso. Por ello, no luchan por mejorar y salir de su situación, sino que se pasan la vida esperando que la fantasía del Principe se haga realidad. Lo que se recomienda es aceptar la realidad, concienciarse de que nada es perfecto,  que podamos ser felices es el primer paso para abandonar este síndrome y comenzar a construir una vida plena.
También es aplicable este Síndrome a todas aquellas mujeres que se sienten incompletas o infelices por no haber encontrado una pareja. Pero, la felicidad no aumenta por tener a un hombre al lado, sino que la fuente del bienestar nace de uno mismo.
Lo cierto es que siempre se debe aprender a ser feliz en base a lo que se tiene, es decir,  aceptar tu realidad para no frustrarse, puesto que cada situación tiene sus inconvenientes y  ventajas.
Para superar el Síndrome de Cenicienta debemos ir más allá del amor ideal para poder centrarnos en una relación real, y aceptar el mundo tal y como es.
La forma en la que fueron educadas las “Cenicientas” afecta mucho sus idealizaciones de los “Príncipes”, de modo que si son sumisas o dependientes, buscarán seguirlo siendo. Muchas otras, temen vivir sin pareja; no obstante,  no consiguen al hombre perfecto que cumpla sus expectativas. Esto baja su autoestima y ellas se sumen más en su trabajo, el cual desempeñan bien. Este complejo no tiene una cura milagrosa, se trata de realizar psicoterapia para fomentar una autoestima saludable que les lleve a dejar de ser dependientes.El trabajo terapeútico con objetivos como la autoestima y la dependencia, inicialmente, y que, posteriormente, se irán refinando- tal y como ya explicamos en otro post- conseguirá que la “Cenicienta” dejé de serlo para convertirse en una “Princesa”.

Fuentes: María Dolors Mas Delblanch 

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Complejo De Inferioridad -


El complejo de inferioridad es un sentimiento que una persona tiene con respecto a los demás cuando se siente permanentemente menos que ellos, aunque no exista una razón aparente que justifique este sentimiento. Este estado provoca un conjunto de comportamientos, actitudes y conductas a través de las cuales queda patente un sentimiento de inferioridad respecto al resto de las personas.

Las personas que tienen este complejo se sienten infelices. El convencimiento de que no van a estar a la altura de una situación determinada, de que no van a conseguir el objetivo propuesto o que socialmente no presentan ningún atractivo les produce un gran sufrimiento.

Quien lo sufre se siente constantemente inseguro, imperfecto o limitado en muchas situaciones o con determinadas personas. La simple idea de pensar que tienen que realizar aquella actividad, que les produce ese sentimiento, o de tener que estar con esas personas, con quien se siente inferior, les genera una gran tensión y un enorme deseo de huida de esas situaciones, no desea afrontarlas.

¿Cómo superarlo?

Es muy importante tener una actitud activa de superación de la realidad presente a favor de otra mejor. Una actitud activa y un afán de superación contribuyen a superar el complejo de inferioridad. Todo depende de nuestra reacción.

Hay que realizar continuos esfuerzos por conseguirlo. Es una continua lucha con la que se van ganando pequeñas batallas.

No podemos compararnos con los demás, ni pensar que son mejores que nosotros. Con esta actitud tan sólo lograríamos sobrevalorar a los otros y perjudicarnos a nosotros mismos infravalorándonos.

No podemos valorarnos por debajo de lo que realmente somos, no viendo nuestras virtudes y destacando nuestros defectos, ni ser excesivamente crítico con nosotros. Ello afecta a nuestras relaciones personales, nos produce más inseguridad y nos hace infelices. Debemos tener un verdadero conocimiento sobre nosotros mismos y poder reconocer lo positivo y lo negativo que hay en nosotros.

Cuando conseguimos algo no podemos pensar que no nos lo merecemos ni que ha sido por casualidad o puro azar y pensar que hemos luchado por ello y nos lo merecemos. Debemos reforzar esa cualidad que poseemos y ha hecho que lo logremos.

Debemos ser conscientes de nuestras limitaciones reales y no proponernos objetivos imposibles de alcanzar.

La actitud de los padres es fundamental para que los hijos superen este complejo o no lleguen a tenerlo. Por ello, los padres siempre deben mostrar afecto hacia sus hijos, reconocerles aquello que hacen bien, reforzarles los comportamientos positivos, prestarles atención y escucharles siempre con paciencia.



Fuentes Trinidad Aparicio Pérez
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Signo Geminis - Predicciones 2018 -


Durante este año vas a cambiar de dirección tu vida, los aspectos más positivos van a ser la salud y el trabajo, vas a tener muy buenas oportunidad laborales.
En el amor a partir del 8 Noviembre mucha felicidad en la vida amorosa. Vas a cambiar de apreciación, va a ser más importante la calidad que la cantidad en cuanto a las relaciones sexuales y tu pareja va a tener, que organizar su vida financiera.

Podrías pasar por quirófano y va a ser necesario, que hagas dietas para depurar tu organismo. Lo que más satisfacción te va a dar es la comunicación, los intereses intelectuales, la economía, la salud, el trabajo y el amor.

Amor 

Este va a ser un año fabuloso para tu vida amorosa y sentimental, estás en un momento muy feliz y activo en cuanto al amor y la vida social, el amor este año estará muy relacionado con el trabajo y si estás soltero encontrarás el amor.

Relacionandote, haciendo vida social con clientes, proveedores, podrías enamorarte. Si estás soltero podrías enamorarte de un compañero, de un jefe. Te sentirás muy atraído por médicos, enfermeros, fisioterapeutas, todo lo que esté relacionado con la salud.

También te atraerán mucho este año, las personas cultas, poderosas, prestigiosas, gente que esté por encima de ti a quien tú puedas admirar y que te puedan ayudar profesionalmente. Realmente cuando vas a ser feliz, muy feliz, serán los dos últimos meses del año, noviembre y diciembre.

Si estás en pareja o con novio, 2018 será el momento de tu boda o de tu compromiso. Si ya estás casado serán dos meses muy felices y muy románticos, también asistirás a bodas de amigos, familiares, va a ser un año muy romántico muy de color de rosa. Harás mucha vida social y asistirás a reuniones que no son habituales en ti y allí conocerás a gente interesante, las cuales deberías de añadir a tu lista de amistades. Te sentirás atraída por personas extranjeras, cultas y espirituales.

Salud 

Este año vas a tener muy buena salud por lo menos hasta el 8 de noviembre Tu energía es muy buena. Como es normal tendrás altibajos sin importancia, debidos al exceso de trabajo, pero si descansas te recuperarás rápidamente. Va ser un año de buena salud.

Además vas a tener buena suerte, porque ante cualquier percance enseguida encontrarás la solución y lo podrás solucionar.

Suponiendo que tuvieras una enfermedad incurable de otros años, adquirida, genética… Este año vas a mejorar y vas a solucionar cualquier tipo de obstáculos en la salud. Si no tienes ninguna enfermedad, este año no la vas a tener. 2018 es muy bueno para tu salud.

Tus puntos débiles pueden ser los hombros y brazos, pero lo solucionarás con masajes. Para el hígado, con hierbas, tisanas, masajes, debes depurar el hígado y el colon. En cuanto a columna y rodillas lo fundamental serán los masajes. Este año puedes tener quemaduras por el sol, así que es importante que uses protección solar alta y no se te olvide.

En cuanto al sexo, debes de usar protección siempre sexo seguro y si tienes problemas de tipo sexual lo solventes rápidamente.

La armonía la encontráis en la pareja, en la vida amorosa y la vida social.

Familia y Hogar 

Para Géminis es muy importante la familia, la situación familiar, pero habrán cosas más importantes como la profesión o el amor y entonces tendrás intención de dejar las cosas como están.

No tendrás ganas de obras ni de mudarte, necesitas estabilidad y bienestar porque estás muy ocupado en otros temas, a partir de agosto tienes ganas de comprar algún mueble. En cambio para tus hermanos, va ser un año muy duro, podrían divorciarse o pasar una crisis fuerte con su pareja y también un año en el que podrían mudarse de casa, vender su casa y comprar otra… movidito.

A tus hijos les va a ir muy bien, su trabajo y economía pero los vas a tener en casa todavía. Si tienes padres en edad laborable, van a ver cambios importantes, puede que alguno pierda su trabajo y va ser como un drama, significa que empieza otra etapa de su vida que le lleva a la vejez y vas a tener que estar muy pendiente de ellos.

Dinero y Trabajo 

El dinero este año no es especialmente importante, no tienes la necesidad de hacer cambios drásticos, estarás bien, cubrirás tus gastos, no estarás agobiado pero no tendrás te enriquecerás.

Sí te puedo decir que los últimos meses del año, a partir de Noviembre te irán muy bien, y empezarás a ganar mucho más dinero del que has ganado en todo el año, aunque no es tu intención, esto te caerá del cielo. De tener algún problema económico es por tu falta de atención o de orden en la administración, no sabes organizarte bien.

El 13 de Julio, vas a tener cambios en tu casa por el dinero debido a un eclipse de luna. Van a ser cambios constantes pequeños, van a ser a corto plazo (un pago que no llega, un retraso…) no son grandes problemas.

Los últimos dos meses de año vas a estar mucho más ambicioso de lo que eres tú normalmente. Te gusta el dinero, pero no eres ambicioso y en cambio los dos últimos meses del año, el dinero entra con más facilidad y vas a querer que continue. Lo que realmente te va a ir muy bien es la profesión. Durante todo el año, vas a ser reconocido por tu talento y tus habilidades, vas a tener el apoyo de tus relaciones sociales y  amigos, todos querrán hacer negocios contigo.

Evolución Personal 

Es la misma que lleva haciendo o desarrollando los últimos años, es un proyecto personal, que tiene un resultado a largo plazo.

Tienes mucho idealismo en la cabeza y tu trabajo y profesión favorecerán a la humanidad. Necesitas darle sentido a tu trabajo para poder ayudar a los demás.

Del 16 Mayo al 6 Noviembre vas a vivir un cambio drástico en tu profesión y el año que viene que te vas decantar más por un trabajo esotérico, espiritual a la medicina china, descubrimientos científicos, cualquier cosa que te lleve ayudar a los demás.

Esto ya el año que viene, pero este año vas a convertir tu trabajo material en algo espiritual.

Fuentes Euroresidentes

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