1 de junio de 2011

Oba - Orixas


Lapa dio a luz de un solo parto a dos criaturas de sexo femenino, no pudiendo criar a ambas, se vio en la necesidad de confiar una de ellas a manos extrañas, las niñas recibieron los nombres de Catalina y Juana; No tardando esta en volver al cielo con la gracia bautismal. Catalina, que fue la elegida por la madre para criarla a sus pechos, vivió lo suficiente para ser una gran Santa y salvar muchas almas con el ejemplo de sus virtudes. Lapa una vez reconoció que amaba más tiernamente a Catalina que a los demás hijos, porque fue la única, entre los 25 que tuvo, a quien pudo dedicar sus atenciones maternales. La niña fue criada como algo que pertenecía a Dios desde el instante de su nacimiento; disputándosela parientes, amigos y vecinos para llevarla a sus casas, despertando un intenso cariño en quienes la veían. Encontraban tanto placer en su compañía que no la llamaban Catalina, sino Eufrosina, palabra que significa alegría. Es probable que aquella gente que la llamaba de tal manera ignorase este significado, pudiendo haber ocurrido que la niña en su media lengua infantil hubiese proferido alguna palabra parecida a Eufrosina; ya que Catalina había decidido imitar a Santa Eufrosina. A los 5 años recitaba el Avemaría arrodillándose en cada peldaño de la escalera de su casa. En su adolescencia sus palabras poseían un extraño poder para inclinar las almas hacia Dios. Tan pronto como alguien conversaba con ella sentía que el corazón se le despojaba de tristezas, que olvidaba las penas y los sinsabores de la existencia y una paz inmensa se apoderaba de su espíritu. Teniendo 6 años de edad tuvo en su primera visión a nuestro Señor Jesucristo, vestido con ropas pontifícales y a su lado a San Pedro, San Pablo y San Juan Evangelista; recibiendo del Salvador la bendición en la forma en que lo hacen los Obispos con la mano tendida y con sonrisa de ternura. A partir de ese instante Santa Catalina ya no pareció ser más una criatura; sus virtudes y el fuego del amor divino iluminaban su inteligencia y todas sus acciones estaban de acuerdo con las normas del Evangelio. Imitaba especialmente a Santo Domingo y buscaba lugares retirados en donde poder castigar su frágil cuerpecito con enorme disciplina. Esta situación la sincretiza con Obá que era una mujer espiritualmente fuerte, que comandaba a las demás y desafiaba el poder masculino. Obá luchó contra todos los Orixás, venció a Oxalá, derrotó a Xangó y a Orumiláia y fue temida por todos los hombres y Dioses. El único que la derrotó fue Ogún, con el cual se desposó. Los dominios de Obá son los lagos, cascadas y ríos de aguas revueltas, ella comanda el movimiento constante de las aguas que genera energía y arremete contra el poder del fuego. Obá rige la desilusión amorosa, la tristeza, el sentimiento de pérdida, la incapacidad del hombre de tener lo que ama y desea. También es la rabia, la frustración, la soledad, la depresión y el sentimiento de abandono. 
Con respecto al auto sacrificio que la relaciona con Santa Catalina, cuenta una leyenda africana, que cierto día, para engañar a Obá, Oxúm apareció con un pañuelo que le cubría las orejas. Obá le preguntó por qué cubría sus orejas, entonces Oxúm le contó que se había cortado una oreja y que con ella había preparado una comida para Xangó para que este se enamorara perdidamente de ella y así ser su favorita. Obá estaba muy enamorada de su marido y sin pensarlo hizo lo mismo. Oxúm contó esto a Xangó y este muy enojado expulsó a Obá de su reino. Todo este dolor, desesperanza y abandono que sufrió esta entidad espiritual, son semejantes a las que podemos acudir para que solucione Obá.

Petición y Ofrenda a Obá - Santa Catalina: Representando a la mujer virtuosa y a la esposa abandonada por Xangó, se le pide especialmente por sentimientos amorosos no correspondidos. Su consagración es el 29 de Abril. Se la ofrenda colocando en un altar que tenga su imagen frutas rojas y una vela de color rosa.

Oración: "Santa Catalina, sanadora de almas, bendice nuestros corazones y haz que, si es para gloria de Dios, mi corazón y el de (decir el nombre de la persona) se unan para siempre. Amén". 





Fuentes

Extraida de
Santos Y Orixas
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