11 de febrero de 2015

Las Dos Grandes Ramas del Budismo Tántrico –Parte l



Tantra-L

Estas dos grandes ramas del Tantra generaron una gran profusión de sectas, pero siempre fueron dos las más importantes e influyentes: la Vajrayana (mano izquierda) y el Mi-tsung (Escuela de los secretos; mano derecha).
Vajrayana significa vehículo diamantino, proviene del sánscrito vajra: rayo indestructible y destructor, después traducido como sustancia sobrenatural indestructible: diamante.
El Vajrayana predicaba la doctrina de la vacuidad pero por medio del mito: así el discípulo era “reinstalado” en su vehículo diamantino, transformándose en un ser de diamante (vajrasattva).
Tiene su origen en el norte de la India.
El Budismo oficial en Bengala, por los años 700, era una mezcla del Prajñaparamita y el Tantra, de “asombrosa vitalidad”, pero eliminado de la India por los musulmanes; sobrevivió sin embargo en Java y Nepal, conservándose hoy en día nada más que en Tíbet, donde todavía es practicado.
Así como el Mahayana fue un punto de inflexión en que la doctrina Budista quiso mostrarse también a las masas, el Tantra representa un cambio con respecto a la actitud frente a las mujeres; el Budismo antiguo fue siempre estrictamente masculino, y sus dioses eran asexuados; consideraba lo femenino como un obstáculo, e incluso la budeidad prometía no reencarnarse más como mujer; era imposible que una mujer alcanzara el Nirvana o que llegara a ser una Buda o Boddhisattva.
Y sin embargo la mujer debía ser respetada; con el tiempo tal actitud y creencia se fue suavizando, empezando por la aparición en el budismo de dos divinidades femeninas: Prajñaparamita y Tara, la última de origen popular.
Tara era la divinidad salvadora, aquella que ayuda a cruzar al otro lado, que elimina el miedo y el temor, que otorga el cumplimiento de nuestros deseos; por otro lado, Prajñaparamita no era solo un libro, una virtud y un mantra sino también una divinidad femenina: “la madre de todos los Budas” según algunos sutras; la “Perfección de la Sabiduría” había nacido en la India del Sur, donde todavía habían ideas matriarcales, suprimidas en el norte por los Brahmanes; ayuda al niño a andar en el mundo, como una madre protectora. Ayuda también al hombre renacido.
El Tantra de la mano izquierda liberalizó las reglas sexuales, pues las empezó a considerar como una forma de amor con el absoluto.
El principio del Tantra era desnudar el ego del hombre para que se identifique plenamente con la divinidad, por medio de la destrucción de los elementos que conforman el ego; y si la moral es también parte del ego, había que destruirla, había que ser también inmoral, “cultivar todos los placeres sensuales, exactamente como deseemos”; existe una “fascinación” por las conductas inmorales en el Tantra izquierdo: comer de todo, tener sexo libremente; se predicaba que solo se pueden comprender los estímulos y lo que prohibe la moral si es que uno se expone a ellos, por lo que a final de cuentas no estaría tan en contra del ascetismo, ya que el conocimiento experimental de los vicios tiene como fin no solo hacer más fuerte al hombre sino lograr un convencimiento personal de la moral ascética propuesta. Sin embargo, algunas escuelas se alejaban definitivamente del ascetismo, pues creían en las pasiones como medio de salvación (lo cual no era sostenido por el Tantra derecho).
En suma, el Tantra izquierdo privilegiaba el conocimiento profundo de los instintos como fuerza suprema a la hora de buscar la salvación.





jazmines
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