El simbolismo de Oriente asocia al Caballo con lo material y corpóreo, lo que equivale a ubicarlo en las antípodas de la abstracción intelectual.
Encarna la belleza y la fuerza, la velocidad y la elegancia.
Al decir de un exegeta de la Astrología China, "el Caballo es la plenitud del cielo y la luz del mediodía en verano".
Son numerosas las leyendas relacionadas con el.
Un emperador de la dinastía Han, por ejemplo, atribuía sus victorias militares al hecho de poseer una carroza encabezada por ocho caballos de tiro.
Desde la Edad Media se vincula al Caballo con el simbolismo de los cromático: el de color blanco encarnaba la luz, la alegría y la inocencia, el negro, la culpa, la sombra y la tristeza, el rojo, el dolor físico y la enfermedad, y el onírico "Caballo alado", la evasión de la gris y agobiante realidad.
Fuentes Consultadas
Manual del Astrólogo
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