Es el mediador por excelencia: el que reconcilia a los enemistados, el que aglutina a las personas mas idóneas para integrar una empresa o constituir las comisión directiva de un club, el casamentero que le encuentra pareja al soltero mas recalcitrante.
Actúa impetuosamente, sin pensarlo mucho, siempre acometiendo nuevas experiencias, que por lo general terminan mas en fracasos que en logros.
Esto no le hace mella, puesto que lo mas importante para el es no permanecer quieto.
De gran intuición y rápidos reflejos, capta los problemas ajenos y sabe como solucionarlos.
Sin embargo, aunque resulte paradójico, quien demuestra capacidad para organizarlo todo, es en lo privado la inestabilidad personificada.
Por lo tanto, la covivencia con el es difícil, ya que así como es elemento de concordia en la ida social, lo es de anarquía en su intimidad.
Como lo devora una ambición desmesurada, no logra el status social que anhela, falencia que lo transforma en un frustrado, condición perfectamente explicable porque sobrandole talento para construir a forjar el éxito ajeno, no lo tiene para alcanzar el propio.
Lo mas valioso para este nativo son las amistades, que suelen ser personalidades de primer nivel.
El Caballo positivo se contenta con gozar de una parte del prestigio de ellas, pero el Caballo negativo puede caer en la tentacion de explotar interesadamente a esas amistades, llegando incluso hasta la estafa.
Digamos entonces, para terminar, que este animal-signo encarna al hombre mas galanteador y a la mujer mas pizpireta del Zodiaco Chino.
Fuentes Consultadas
Manual del Astrólogo
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