2 de julio de 2017

Los Ocho Trigamas Del I' Ching -

Ch' ien, lo creativo, el cielo.



K' un, lo receptivo, la tierra.



Chen, lo suscitativo, el trueno.



K' an, lo abismal, el agua.



Ken, lo insondable, la montaña.



Sun, lo suave, el viento o la madera.



Li, lo adherente, el fuego.



Tui, lo sereno, el lago.



Cada uno de esos trigamas esta compuesto por tres lineas o trazos horizontales, unos enteros, otros partidos.
Estos trazos representan los dos principios opuestos, el Yang

y el Yin

el si y el no, lo positivo y lo negativo, lo verdadero y lo falso, la luz y la oscuridad, el bien y el mal.
Se supone que el sistema primitivo de adivinacion del I' Ching estaba formado únicamente por esta dualidad, por lo que su interpretación era extremadamente sencilla, posteriormente se desdoblaron los trazos, poniendo uno encima de otro, para crear mas matices, introducir mas elementos: si (dos Yangs o viejo Yang), si pero (un Yang y un Yin o joven Yang), no (dos Yin o viejo Yin) y no pero ( un Yin y un Yang o joven Yin), finalmente, se le añadió el tercer elemento, un tercer trazo, para formar los trigamas actuales, que engloban en ellos los elementos primordiales, tanto del hombre como de la naturaleza, y que tienen incluso connotaciones familiares y estacionales.
La idea del Yin y el Yang forma la base de toda filosofía china, y podemos decir que tiene su equivalente en el principio del mal y el bien occidental, pero dotados de una profundidad filosófica mucho mayor.
Lao Tse, el gran filosofo chino, define esto con cuatro geniales  versos:

El Tao produce Uno,
Uno produce Dos,
Dos produce Tres,
Tres produce todos los seres del mundo.

El Tao, por supuesto, es el principio del orden universal que rige tanto el macrocosmos como el microcosmos, el equivalente oriental de Dios.
El desdoblamiento expresado en estos versos constituye el principio mismo del I' Ching:
Uno (el Tao) produce
Dos (el Yin y el Yang), produce
Tres (el cielo, la tierra y el hombre) y este se desdobla en todo lo demás.
En el I' Ching, la sucesión matemática de estos principios, a partir el Uno primordial, se produce por progresión geométrica: es Dos (los dos tipos de brazos, entero y quebrado), Cuatro (su desdoblamiento primitivo), Ocho (los ocho trigamas), Sesenta y cuatro (los hexagramas).
Y ahí se detiene el proceso, porque, considera la filosofía del I' Ching, dentro de este numero ya se halla implicado todo..

Fuentes Consultadas
Editorial Planeta

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