Los antiguos Aztecas relacionaban a las personas de este signo con el agua, pues para ellos representaban la vida, la naturaleza, la energía vital que nutre.
Los nativos tienen la virtud de la renovacion constante, pero siempre la realizan dentro de un clima de placidez y fluidez.
Como el agua, saben adaptarse a cualquier actividad o profesión, y también ante todo problema o conflicto.
Reaccionan con optimismo y serenidad, con envidiable sentido común.
Son muy respetuosos de las necesidades y características de los demás, aceptan condescendientes las diferencias y diversidades que en todo núcleo humano despliegan sus congéneres.
Manual del Astrólogo
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