Otorga una actitud muy inquieta y sensibilizada en cuanto al sexo, pero también con rasgos racionales, a veces temporales, donde las reacciones imprevistas están a la orden del día provocando inseguridad en la persona y en su pareja.
Aquí Lilith tiende a perjudicar las amistades y altera el ritmo de vida, negando a veces la paz necesaria para organizarse.
En el hombre le provoca inquietudes y dudas, a tal punto que puede afectarlo seriamente, dando lugar a escapismos y tensiones.
La búsqueda de la realidad se confunde en muchas ocasiones con la fantasía.
La parte mental interviene constantemente y distorsiona en muchos casos la tranquilidad que en general la persona busca.
En la mujer la mayor inquietud afectiva puede provenir de la inseguridad latente que posee y que es manifestada por medio de celos, ansiedades, estados depresivos, etcétera.
En algunos casos Lilith le niega a la mujer la capacidad de selección de pareja, no sabe elegir, a tal punto que muchas veces busca situaciones inquietantes a pesar de que sabe que no son para ella.
Para que una relación no llegue a una separación tendrá que existir una cuota pronunciada de amistad y compañerismo.
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