21 de noviembre de 2017

Los Chakras y Las Adicciones - Drogas Manufacturadas -

En el caso de los sedantes hipnónicos, que llaman genéricamente depresores y de las amfetaminas y otros químicos simialres que llaman genéricamente estimulantes, Danna y Andrew aseguran que producen efectos esencialmente en el chakra del tercer ojo y el chakra del corazón.

Aunque algunas de estas drogas drenan la energía hacia los chakras inferiores y algunos la llevan hacia arriba, la mayoría de ellos afectan el chakra cardiaco, porque circulan en la corriente sanguínea y afectan al corazón mismo. 
Con el tiempo los químicos sintéticos dañan todos los chakras, dificultando que funcionen individualmente o en concierto. 
Estas sustancias también dañan el aura y los cuerpos sutiles más rápido que cualquier otra sustancia adictiva separando las capas, lo que crea espacios en los que las energías externas pueden quedar atrapadas. 
También causan pulsaciones irregulares y ritmos staccato en el flujo de energía de los meridianos. 
Hablando de las frecuencias artificiales de estas drogas y de sus efectos sobre los ritmos naturales de los cuerpos energéticos, los autores advierten que estas frecuencias insanas se "contagian" a los campos energéticos de las personas que los consumen:

Una de las razones de que los sanadores y trabajadores de salud que trabajan con adictos (o esquizofrenicos o personas retardadas) acaben "quemados" es que sin que lo noten concientemente, comienzan a tomar e imitar los turbados patrones de ondas cerebrales de las personas con las que están trabajando. 
Si trabajas con personas adictas, en recuperación o en otras etapas, necesitas limpiar tu aura y tus chakras diariamente...

También necesitas protegerte a ti mismo mientras trabajas con una burbuja de luz, usando un cristal que limpies diariamente o quizá utilizando una coraza o casco de luz que cubra tu chakra del entrecejo y tu chakra coronario (Esta clase de protección, de hecho, era parte de la utilidad de los cascos de las armaduras.)

Tú puedes, con práctica -y nadie puede enseñarte cómo- comenzar a jugar con tus ondas cerebrales sin químicos, aprendiendo cómo moverte de los patrones ásperos generados por la vida estresante hacia patrones más suaves, más eufóricos. 
Incluso puedes alterar las ondas de pensamiento de las personas que están alrededor de ti, aprendiendo a sincronizar con ellos, unirte a ellos y luego cambiarlos. 
Esta técnica tiene implicaciones en la sanación de esquizofrénicos, epilépticos, y otros cuyo destress ha provocado alteraciones disfuncionales de las ondas cerebrales. 
Los delfines hacen esto naturalmente, como una forma de unión, comunicación y placer. 

Andrew y Donna advierten que el cuerpo humano durante milenios, únicamente ha estado habituado a consumir plantas o drogas directamente derivdas de las plantas y que por simples razones evolutivas, aún no está preparado para absorber los químicos hechos por el hombre, que le resultan todavía más dañinos:

La razón es que sin el soporte de los otros ingredientes, el cuerpo no puede procesar las drogas tan bien como puede hacerlo con las plantas... 
Por ahora, la introducción en el cuerpo de sustancias manufacturadas, desde aditivos de comida y medicinas hasta drogas adictivas, de hecho sirve a una función evolutiva. 
Sin embargo no se puede pretender que el cuerpo condicionado durante millones de años desarrolle en dos o tres generaciones la capacidad de llevar a cabo la absorción de sustancias manufacturadas...
Las drogas manufacturadas afectan el cuerpo físico y los cuerpos sutiles en una manera mucho más disruptiva. Sus frecuencias reentonan el cuerpo de maneras artificiales e insanas. 
A pesar de ello, estos productos químicos tienen ciertas funciones positivas en el plano evolutivo, pero como el resto del los medicamentos, si no son abusados...


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