5 de noviembre de 2017

Meditando Con el Arcangel Uriel Para Descubrir Tu Camino -



Uriel es el Arcángel que debemos invocar para hallar paz interna y tranquilidad de espíritu, así como también para que nos libere de la confusión espiritual, iluminando nuestro camino en la vida. 
Todas nacemos con un don especial, que es nuestra razón para encarnar en la Tierra. 
Cada ser del planeta tiene un lugar especial en el plan mundial y en la evolución de la Tierra al completo.

Esta meditación nos ayuda a encontrar el motivo por el que nos hemos encarnado y el don que hemos recibido para realizar nuestra misión terrestre en la presente encarnación. Los pasos de que consta son los siguientes:

1. Escoge un lugar cómodo y tranquilo y asegúrate que nadie te va a molestar mientras realizas esta meditación.

2. Postura: sentado o tumbado, con la espalda bien recta y los ojos abiertos o cerrados, como resulte más cómodo. Puedes descalzarte y aflojar cualquier prenda de vestir que te apriete o moleste.

3. Haz varias respiraciones profundas, tomando el aire lentamente por la nariz y con el diafragma. Ve subiendo por todo el tronco hasta llenar los pulmones, lo retienes ahí unos instantes y después empiezas a soltarlo por la nariz o por la boca, también lentamente y hasta que te hallas vaciado por completo. Después, continuas respirando durante unos minutos al ritmo que tu cuerpo vaya necesitando. A medida que la respiración se hace más lenta y pausada, vas dejando a un lado tus pensamientos y vacías tu mente, para poder centrarte en la meditación.

4. Haz ahora una toma de tierra anclándote al centro de Gaia a través del chacra de la estrella de la Tierra, que está por debajo de las plantas de los pies.

5. Haz a continuación una toma de cielo anclándote al centro de la Fuente Madre/Padre a través del chacra de la estrella del Alma, que está por encima de la cabeza.

6. Ahora, centrado en tu corazón y respirando a través de él, expande conscientemente tu expresión de amor incondicional, compasión, gratitud, comprensión, perdón y creatividad hacia todo cuanto existe, empezando por ti mismo.

7. En este momento vas a equilibrar tus dos hemisferios cerebrales, así estarán sintonizados y trabajarán al unísono, favoreciendo enormemente la meditación y el descubrimiento de tu camino de vida.

8. Limpia todas las energías discordantes, negativas y de baja vibración que haya en ti, visualizando cómo un gran chorro de agua pura y cristalina empieza a bajar desde el centro de la Fuente Primordial, por encima de tu cabeza, hasta que llega a tu coronilla y va limpiando tu aura, tus chacras y todo tu ser, llevándose la suciedad al fondo del océano, para que se disuelva.

9. Llena ahora los huecos dejados en tu aura, tus chacras y todo tu ser por las energías que acabas de eliminar con una luz dorada, plateada y violeta: la luz del Amor Incondicional Mahatma.

10. En este momento, con tus hemisferios cerebrales equilibrados y todo tu ser limpio, vas a llamar al arcángel Uriel recitando esta invocación: 
“Arcángel Uriel, trae paz a mi mente y a mi espíritu. Disuelve todos los obstáculos de mi sendero espiritual mostrándome mi verdadero camino en la vida para que pueda realizar mi misión” (lo que los hindúes llaman dharma).

11. Déjate envolver por la energía del Arcángel Uriel. 
Permítete ser elevado hacia arriba por una espiral de luz rubí dorada. Lentamente, la espiral de luz va elevándose más y más alto, y tú te sientes seguro en los brazos angélicos que te transportan al templo de Uriel.

12. Ahora estás de pie ante el Arcángel Uriel, que te pregunta si deseas visitar la sala de los pergaminos, una sala en la que están almacenados miles de millones de pergaminos, uno por cada persona encarnada en el planeta Tierra. 
Tu pergamino está aquí, escrito en el lenguaje de la luz y contiene tu misión, tu dharma, el acuerdo sagrado de tu alma. Suscribiste este acuerdo antes de nacer, en una dimensión superior de tu ser. Ése es tu verdadero camino en la vida.

13. El Arcángel Uriel te informará de cuándo es el momento de irte, devolviéndote de manera segura a tu cuerpo. Cuando ya te sientas en él, concéntrate durante unos minutos en la respiración, preparándote para recuperar el estado de vigilia.

14. Haz mientras tanto una toma de tierra, para enraizarte y fortalecerte, anclándote al centro de Gaia a través del chacra de la estrella de la Tierra, que está por debajo de las plantas de los pies.

15. Haz después una toma de cielo, para continuar siendo inspirad@ y protegid@, anclándote al centro de la Fuente Madre/Padre a través del chacra de la estrella del Alma, que está por encima de la cabeza.

16. Haz varias respiraciones profundas y, con calma, abre los ojos y vuelve a la conciencia habitual del aquí y el ahora.

17. Da las gracias al Arcángel Uriel por esta meditación y por la información obtenida con ella. Puedes volver a realizarla cuantas veces lo consideres oportuno para recibir la guía de Uriel respecto a tu camino de vida para esta encarnación.



Fuentes
María Dolores Sánchez-Villacañas
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