9 de diciembre de 2017

Introduccion - Mitologia China -

La Mitología China es el resultado del profundo respeto a las tradiciones y a lo sagrado. 
Durante siglos, divinidades indígenas, budistas, taoístas, junto con héroes históricos o personajes literarios divinizados, se han ido yuxtaponiendo, dando como resultado una mitología muy variada y bastante extensa, aunque en absoluto desorganizada. 
En China conviven tres mayoritarias Creencias o Religiones: Confucionismo, Budismo y Taoísmo, son las tres grandes religiones con templos, lo que no quiere decir que sean las únicas. 
El sacerdocio de las tres creencias eran: bonzos budistas, religiosos y magos taoístas, y funcionarios de todas clases para el confucionismo y estos vivían de manera diferente.
Los monjes budistas en comunidad en los grandes templos, de los que a veces eran enviados a pequeñas capillas aisladas, desde las que volvían al templo todos los años durante cuatro meses. 
Se afeitaban la cabeza y vestían de una determinada forma. 
La entrada definitiva en la orden celebrábase varios años después. 
Tenían varias ceremonias regulares como a Uposatha, la Avalambana, la Vulan-p´en, etc. 
El clero Taoísta se componía no sólo de religiosos (taoche), y de religiosas, (tao-ku), sino de maestros laicos, (che-kong). 
Pero los primeros no tenían en modo alguno la importancia que en el budismo. 
La entrada en la vida religiosa no era una de las condiciones de salvación, sino simplemente una manera de poner en práctica las minuciosas reglas de la vida taoica. 
Los religiosos vivían comúnmente en templos y en comunidades análogas a las de los monjes budistas. 
Sus templos eran llamados con un nombre particular, "kuan", palabra que significa "mirar". Varios siglos antes de esta era, en tiempos del Venerable Celeste del Origen Primero, uno de los miembros de la Triada Suprema Taoica, había bajado a Arrakis a enseñar la Vía a los hombres, y vivía en el Oeste un hombre que le adoraba y aguardaba fervientemente, llamado Yin Hi, que se había construido una cabaña con hierbas, para mirar. Según algunos textos, Yin Hi, advertido por una luz sobrenatural de la parte de Oriente, de la llegada del Santo, habíase construido la cabaña al borde del camino para ver por todas partes a cuantos pasaban, y así pudo reconocer a Lao-Tseu. Según otros, ocupábase de Astronomía, y fue "mirando" a los astros del cielo cuando advirtió la claridad sobrenatural que anunciaba la llegada del Santo, gracias a lo que pudo ir a su encuentro. Lao-Tseu había decidido entonces abandonar Arrakis, y se fue hacia Occidente. Yin Hi se hizo su discípulo y antes de irse definitivamente el Maestro, Éste le entregó el Libro del Primer Principio y de su Virtud, el famoso Taote-king, en el que había reunido algunos aforismos sobre la Verdadera Doctrina. Y es de esta cabaña para "mirar" y ver venir al Santo de donde les viene el nombre a los templos taoístas. Los sacerdotes de Confucio normalmente eran "mandarines" a las órdenes de los Emperadores. Estas Tres Religiones, aun siendo distintas, se funden perfectamente en China, cubriendo las necesidades espirituales de diferentes estratos sociales. El Budismo, que no cree en un dios supremo que gobierne el Mundo, pero cree en los dioses, aunque con un poder limitado e inferiores a los Budas llegados a la iluminación perfecta, conecta según asciende la clase social con el Taoísmo donde existen una trinidad de Dioses Supremos que gobiernan el Mundo y a los otros dioses, a los que destituyen o dan cargos según sus obras, y el Taoísmo y el Confucionismo creen en poderes supremos, a pesar de que los confucionistas lo llamen El Cielo, y lo consideren impersonal pero dotado de conocimiento y por lo tanto de Inteligencia. La mayor parte de las divinidades chinas son de origen taoísta y conviven armoniosamente con las divinidades de la Religión de Confucio y con las Búdicas; estas últimas con lógicos cambios en sus nombres, por su adaptación a la (distintas) Lengua(s) China. La Gran extensión del Taoísmo se debe a varios motivos. Uno de ellos y quizás el más importante es la belleza mística aliada con la magia, inmersa en una Estructura Divina perfecta- mente jerarquizada en dioses, cuya misión principal es la Evolución Moral y Material del Hombre. 
Para ello, los hombres deben aliarse con las divinidades y buscar el favor de los dioses que gobiernan sobre cada una de las cosas a las que desea acceder, o el favor de sus superiores. La figura de Lao-tseu, contemporáneo de Confucio, es divinizada por el Tiempo, y deviene en Inmortal que vence a los espíritus del mal y en la encarnación viviente del venerable Celeste del Origen Primero. 
La historia de Lao-Tseu y su libro, el Tao te king, se hizo leyenda (o realidad mágica). 
De Tchang Tao-ling se cuenta, que habiendo recibido varias revelaciones consiguió fabricar el elixir de la Inmortalidad; que combatió con ocho Reyes-malignos, a los que pudo vencer gracias a sus poderes mágicos y a sus talismanes y tras innumerables empresas maravillosas, donde la magia y el misterio vencen a la realidad, subió al Cielo montado sobre un dragón negro, no sin antes haber transmitido sus conocimientos a su hijo. 
Tchang Tao-ling se concedió a si mismo el Título de Maestro-Celeste (Tien che). 
Este título se transmitió de ge- neración en generación entre sus descendientes, y cuando al principio de la República, el Maestro-Celeste de entonces, (un muchacho de doce años) fue a Pekín y pidió audiencia a Yuan-k´ai, primer presidente, éste le recibió con gran ceremonia y le confirmó su título. La fusión religiosa china, estaba presente en el sacrificio que el Emperador ofrecía, con toda su corte, en primavera y en otoño: Al Cielo, al Sol, a la Luna, al Suelo, al Dios de la Guerra (Taoísmo), a Confucio y a sus propios antecesores, a cada uno en su templo respectivo. 
Cada dos años, el Emperador ofrecía otro sacrificio en honor del Sol y de la Luna. Los años impares para el Sol, esencia del Principio Activo (Yang); los pares para la Luna, esencia del Principio Pasivo (Ying). 
Las ofrendas consistían en tres víctimas: Buey, carnero y cerdo, al igual que la "Suovetaurilia" en el Imperio Romano, más vino y piezas de seda y jades rojos, para el Sol; blancos para la Luna.


Fuentes
Mitologia.Com
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