24 de diciembre de 2017

Teseo Entra de Incógnito En Atenas (Su Historia)


Las hazañas de Teseo habían llegado a oídos de los atenienses, considerando a éste como digno sucesor de Hércules en el mundo de los héroes, pero nadie pensaba que podía ser hijo de su propio rey y heredero del trono.

Un día, cuando vieron entrar por la puerta de la ciudad a un joven que vestía larga túnica blanca y portaba una hermosa cabellera rizada, algunos ciudadanos se burlaron del aparente afeminamiento del forastero.

Cuando Teseo pasó junto al templo de Apolo Délfico, que estaba en construcción, los insultos de los obreros arreciaron contra el héroe.
Teseo no hizo ningún comentario, pero cuando vio un carro muy pesado tirado a duras penas por dos bueyes llegó hasta él, desunció a los animales y tomando el carro con ambas manos lo lanzó con fuerza a mucha distancia de allí.
Los obreros enmudecieron y los transeúntes comenzaron a rodear a aquella singular figura, que se dirigió a palacio.

Egeo, rey de Atenas, se hallaba casado entonces con la famosa y autoritaria Medea, cuyo anterior esposo había sido Jasón, el caudillo de la expedición de los Argonautas.
En realidad era Medea la que gobernaba el país.
Los reyes recibieron amablemente a Teseo y le invitaron a la mesa, pero Medea, sospechando que iba a suceder algo extraordinario, receló del joven y se dispuso a desembarazarse de él en el banquete ofrecido en su honor, envenenándole con una copa de vino.
Teseo tuvo entonces una especie de premonición y dejó caer la copa de sus manos, derramándose su contenido.
Entonces Egeo reconoció a su hijo primogénito, al darse cuenta de que la espada que llevaba era la misma que había escondido en Trecén y, sacando fuerzas de flaqueza, desterró a Medea y a su hijo Medo (históricamente éste sería el caudillo epónimo del pueblo de los medos) y asoció a Teseo en el gobierno.

Desde este momento todos los esfuerzos del héroe se encaminaron a reforzar el trono de su padre; en primer lugar luchó contra los Palántidas, primos de Teseo, quienes aspiraban a suceder a Egeo.
Teseo les venció y la guerra se dio por terminada.
Marchó después en busca de un furioso toro que desbastaba el territorio de Ática.
Este animal era e! mismo que Hércules ya había dominado en uno de sus trabajos.
Teseo lo sorprendió en la llanura de Maratón, lo capturó vivo, se paseó con él por las calles de Atenas cogiéndole por los cuernos y finalmente lo ofreció en sacrificio a Apolo Delfiniano.

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