26 de noviembre de 2017

Azucar - Los Chakras y sus Adicciones -

Azúcar

Respecto a los efectos del azúcar sobre el sistema energético, nos dicen que afecta principalmente el chakra del corazón, el plexo solar y el primero.

La adicción primaria de los adictos al azúcar es al amor. 
El colapso general de nuestros chakras cardiacos, se debe a nuestra forma de vida en la que la alienación y la pérdida de valores, significa que muchos de nosotros experimentamos muy poco amor en nuestras vidas diarias. Una razón de la confusión entre el azúcar y el amor es que el azúcar ocasiona un flujo de sangre al área cardiaca, y esto nos hace creer, a nivel incosnciente, que este chakra está siendo nutrido.
Ultimadamente, lo que el azúcar hace es debilitar las paredes del corazón y los vasos sanguíneos creando una tolerancia tal que necesitamos más y más azúcar para conseguir el mismo rush.
El daño hecho en el chakra del corazón repercute fuertemente sobre el chakra del plexo solar. 
La obstrucción de este centro conduce a sentimientos de auto odio. Adicionalmente, cuando la energía del corazón está bloqueda, la persona no se siente amada, y los problemas del plexo solar se transladas a ello: "Debe haber algo malo en mí si nadie me ama."

El azúcar también tiene un poderoso efecto en el primer chakra, ya que jala la energía de él para llevarla arriba y producir el rush de energía en el corazón.
Las obstrucciones y las rupturas del primer chakra pueden predisponer a problemas de aumento de peso o de alcoholismo. 

En el caso del azúcar, Danna y Andrew comienzan advirtiendo:
Algunas de las cosas que decimos a continuación serán difíciles de pasar porque a quienes abusan del azúcar no les gusta considerarse a sí mismos como adictos. 
El azúcar Es una droga, quizá no altere tu conciencia de una manera obvia e inmediata como el alcohol o las pastillas, pero produce cambios en el estado físico, emocional, mental y espiritual del usuario. Y como cualquier otra adicción, es devastadora en esos cuatro niveles.
Está en la naturaleza del todos los adictos negar que tienen una adicción. Y también lo está apuntar hacia otros adictos y decir "Mi problema no es tan serio como ese". Especialmente los adictos al azúcar sufren de esta forma de negación, en parte porque en nuestra cultura se subestima grandemente el poder del azúcar como droga. Los anuncios nos empujan a consumirla, las gigantes corporaciones alimenticias nos empujan a consumirla y las situaciones sociales nos empujan también. 
El azúcar se ha convertido en el mayor contaminante de nuestras comidas. 
Por otra parte, la negación viene del hecho mismo de que el azúcar afecta el plexo solar, el asiento de la auto estima. Y para dar salida al auto odio resultante, los adictos al azúcar se comprometen en buscar fuera de ellos la adicción. Mantén una mente abierta acerca de esto. Parte de esto quedará registrado y trabajará en tu conciencia superior, no importa cuan vehementemente lo rechaces a nivel conciente. (4)

Antiguamente, según los autores, el consumo de cosas dulces, al igual que el resto de la comida, estaba sujeto a la disponibilidad que permitían los cambios de estaciones:
Antes no teníamos postres todos los días. Al igual que el alcohol, su uso estaba limitado a ocasiones especiales, días libres, fiestas y celebraciones. Había celebraciones tribales y familiares que solidificaban los lazos de los grupos. 
Para muchas culturas, las únicas ocasiones en las que se consumían cosas dulces era en las celebraciones matrimoniales, y este recuerdo inconsciente aún puede estar influenciando nuestra inclinación por el azúcar cuando tenemos una adicción provocada por deficiencias previas en el chakra del corazón.
No importa que tan delicioso pueda ser, los ritmos corporales de asimilación de los alimentos dulces, han sido tan trastornados como los de reposo y trabajo, y ya no nos comunicamos con nuestros cuerpos para ver lo que necesitan.
Cuando somos niños y nos enfermamos nos programan diciéndonos "Come -esto te dará fuerzas", aunque seguramente el ayuno nos iría mejor en tales situaciones. 
Entonces estamos programados desde la niñez para ver a la comida como una fuente de poder, y entre más fuerzas creemos nececitar para cumplir nuestra visión, más comemos buscando esta fuerza. 
El combustible de nuestros cuerpos es la glucosa, nuestra primaria y más directa herramienta de poder. Así es que el abuso de azúcar, que está estrechamente ligada a la glucosa, es parcialmente acerca de combustible, y nuestras comidas cada vez contienen menos energía debido a todo el procesamiento. 
Confundimos comida con energía y comemos cuando nos sentimos drenados. 
Incluso los comerciales hacen ver al azúcar como una fuente instantánea de energía. 
Si la energía y la comida fuesen lo mismo, entre más comiésemos, más energía tendríamos. 
Pero en lugar de ello, sobrepasarse comiendo causa un colapso de energía en todo el cuerpo. La comida procesada ha perdido su energía, su fuerza de vida, y nosoros aún tenemos la expectativa de que la comida la contiene.




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