30 de noviembre de 2017

Origen De Las Velas -

La palabra vela o cirio, procede del latín (candere) y su significado es brillar. Desde el tiempo de nuestros antepasados los romanos y los griegos se han utilizado medios de iluminación para el interior de la casas y posteriormente se están consumiendo incluso dentro de los santuarios y templos y en casi todas las ceremonias de cultos y rituales de prácticamente todas las religiones tanto orientales como occidentales. Desde el siglo IV, las velas han sido un medio de ofrenda a Dios, a las Vírgenes y a los santos en acción de gracias o para pedir un favor. En la Iglesia Católica se bendicen las velas el día de La Candelaria. También la noche del sábado anterior al domingo de Pascua de Resurrección, se bendice El Cirio Pascual, que se encenderá todo el año durante el ritual de la Santa Misa y otras ceremonias de su liturgia. La vela debe de estar hecha de cera de abejas para que sea pura, queme bien y tenga su efecto mágico. La vela, cuando se utilice para un ritual o trabajo, debe encenderse con una cerilla o alguna ramita prendida y no debe apagarse soplando o comprimiendo la mecha con los dedos, debe hacerse con un apagador de velas de metal, que actualmente se pueden encontrar sin problemas en el mercado y que suelen ser de bronce, mientras no dispongamos del apagador, podemos utilizar un pequeño vaso o copa de cristal o metal. En los rituales con velas es muy importante tener en cuenta cual es el color que se utiliza. Al igual que el sonido, si observamos atentamente, la luz de una vela emite una vibración que podemos percibir perfectamente con nuestros ojos.

El uso tradicional de las velas es bastante conocido, se encienden velas en los cumpleaños, se puede prender una vela para eliminar los malos olores o el humo del tabaco, para celebrar una cena romántica o cuando carecemos de fluido eléctrico. También es común el uso de las velas en toda clase de iglesias y religiones.

La historia de la utilización de las velas tiene su antecedente en la adoración que el hombre primitivo tuvo por el fuego. El fuego iluminaba la oscuridad, ahuyentaba la humedad, el frío, y protegía a nuestros antepasados de los animales y de las heladas, y sirve, aún hoy, para hacer digerible el alimento.

Para el pensamiento antiguo, el fuego es uno de los cuatro elementos o sustancias fundamentales que componen el mundo material: Aire, tierra, agua y fuego. El mito más conocido que nos recuerda el origen celestial del fuego es la historia de Prometeo, que robó el fuego a los dioses para regalárselo a los hombres, poniendo en manos de la humanidad un arma poderosa para su evolución. De aquí que una vela apagada no signifique nada, o tan solo algo en potencia, pues su magia y su poder está justamente en poder proporcionar fuego y mantenerlo durante un determinado tiempo.




Fuentes Consultadas
El Poder de las Velas
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