8 de diciembre de 2017

El Nirvana – Sexo Tantrico


Con el sexo tántrico se pretende llegar al Nirvana, o estado de iluminación supremo, por medio de la estimulación de la Kundalini.
La kundalini es la energía que vive en nuestra zona del perineo o primer chakra, y que, gracias a la práctica del tantra, puede llegar a despertar y, subiendo por nuestra columna vertebral, alcanzar nuestro cerebro y trasladarlo a un estado puro de conciencia donde experimentaremos el amor universal, trascendiendo nuestro yo físico y cualquiera de nuestras deseos o necesidades.

Para practicar el sexo tántrico hemos de cuidar cada detalle y olvidarnos de prisas y preocupaciones.
Es muy importante que el ambiente sea adecuado, agradable, con música relajante y aromas suaves y sugerentes.
Velas blancas, flores frescas y productos especiales para masajear son buenos aliados para meternos en situación.
Una vez que estemos sentados frente a frente con nuestra pareja, acompasaremos nuestras respiraciones, exhalando cuando el otro inspira, compartiendo el mismo aire. Cerraremos entonces los ojos y liberaremos nuestra mente de todo pensamiento.
Las caricias y los besos han de ser lentos, delicados, y no alcanzarán los genitales ni los genitales hasta casi el final del encuentro.
Hay que tener en cuenta que cada sesión debe durar unas tres horas, aunque esto es, en mi opinión, en caso de tener ya bastante experiencia y cierto dominio en esta práctica.

Diferencia notable con la manera occidental de practicar el sexo es la importancia que se le da a la eyaculación y a la penetración.
En el tantra, el control del semen es beneficioso para el hombre, pues, si consigue retenerlo, lo dotará de energia revitalizadora y poderosa.
Por ello, abogan porque no se eyacule más de una vez al mes, pues dicha cantidad, aseguran los tantristas, es más que suficiente a nivel fisiológico.
En cuanto a la penetración, esta debe ser sin movimiento alguno al principio, y luego muy lenta, durando, al menos, unos treinta minutos.
Cuando el hombre note que va a eyacular, volverá a los ejercicios de respiración y a las caricias pausadas, y si esto no es suficiente, detendrá la salida de semen presionando la zona del perineo.
Por fin, cuando los dos sientan que ha llegado ya el momento del éxtasis, sólo hay que dejarse llevar…

jazmines
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