23 de diciembre de 2017

Oracion Para El Señor De La Buena Esperanza



Antes de Cualquier Asunto Importante

"Jesús de la Buena Esperanza, Dios sapientísimo, árbitro supremo de todas las cosas y conocedor de todos los acontecimientos del hombre; un asunto importante vengo a colocar a vuestros pies, para que lo bendigáis y santifiquéis, con el deseo, Señor, de agradaros y os pido que, si ha de ser para vuestra mayor gloria y bien mío, derraméis sobre el abundantes gracias y si no, dadme luz para conocer vuestra santa voluntad, pues no quiero ofenderos, pero si hacer en todo lo que Vos queráis.  
Sois, buen Jesús, mi esperanza, sed mi sostén y mi guía.  Amén."

Novena al Señor de la Buena Esperanza

Dia Primero

"Amabilísimo Jesús, que por mi amor os dignasteis vivir en la tierra 33 años, a fin de dejarme en toda circunstancia divinos ejemplos; concluir vuestra obra y fortalecedme para que sepa aprovechar esas preciosísimas lecciones.  
Que tenga siempre a la vista vuestras obras como altísimos ejemplos que debo empeñarme en imitar en todas mis actuaciones; que la mediación constante en vuestra vida sea la reforma y la satisfacción de la mía.  
Así tendré la dicha de haberos servido en la tierra y de ir a daros gracias en la eternidad. Amén."

Dia Segundo

"Humildísimo Jesús, que al venir al mundo, despreciando cuanto los hombres ambicionan, quisisteis nacer en un pobre y abandonado pesebre; dad luz a mi alma para que descubras las sublimes enseñanzas de la gruta de Belén.  
Para que aprenda a buscar la grandeza y la felicidad, no en lo que el mundo llama grande, ni en los deleites y placeres, sino en Vos. 
Muéveme a ser humilde vuestra humildad inefable, a pisotear las riquezas, a amar la pobreza absoluta en que naciste y a buscar lejos del aplauso de los hombres las únicas alabanzas verdaderas, las, que, al anunciar vuestro nacimiento entonaron los ángeles cantando; 
“Gloria a Dios en las alturas” y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Amén."

Dia Tercero

"Jesús mío, divino modelo; dadme gracias para consideraros en vuestro retiro de Nazaret. Venias a convertir al mundo y pasasteis treinta años oculto, lejos de el.  La sabiduría de los hombres hablan llamando locura lo que hacías con divina sabiduría.  Me mostrabais que para nada debo guardarme por el respeto humano, que debo pisotearlo y para mis acciones, inspirarme solo en vuestras divinas enseñanzas. Que me separe por Vos, o Jesús mió, del mundo, de sus pompas y vanidades y de sus perniciosas doctrinas. Que consiga formar en el fondo de mi corazón, escondido retrato, dulce soledad, en donde solo Vos seáis  escuchados, obedecido y tiernamente armado. Amén."

Dia Cuarto

"Quisiera hoy Jesús mío, consideraros n el desierto, preparándoos para la vida pública con cuarenta días de soledad y de ayuno.  
Me enseñáis con vuestro ejemplo que la mortificación de los sentidos y la penitencia, ayudada de la gracia.
Comunican al alma fuerzas para vencer; que allí debe ir el cristiano a prepararse para la lucha y la victoria.
Haced Señor, que no lo olvide. 
Dominare así el peor de mis enemigos; mi propia carne, y siguiendo las huellas que me habéis trazado, tendré al fin la dicha de ir a haceros compañía en la eterna bienaventuranza. Amén."

Dia Quinto

"Ay, cuándo tengo que mirar y agradecer, Jesús Dios mío, en los treinta y tres años de vuestra vida pública. 
En las dudas, en las aflicciones y angustias, con echar en ella una mirada, encuentro luz divina, inefable consuelo y guía segura. 
Así como entonces pasasteis por doquiera haciendo el bien y nunca quedo desconsolado quien a Vos acudió, así ahora prodigáis vuestros beneficios sobre cuantos, mediante vuestra vida, se empeñan en no ser ingratos.  
Contadme, Señor, en ese número; desde lo intimo de mi alma os agradezco vuestro amor infinito y os pido fuerzas para corresponderos con generosidad. Amen."

Dia Sexto

"Cuando os considero, oh dulce Jesús, en la tremenda oración del Huerto, cuando pienso que vuestra angustia llego al punto de que copioso sudor de vuestra preciosísima sangre bañase la tierra, desde ese instante sacrificado, no puede menos que estremecerse el recuerdo de mis culpas.  
Ellas fueron, señor, las que tan amargo hicieron el cáliz que por mi apurasteis. 
Pero, mi Dios, infinitamente mayor que la gravedad de mis pecados, es el merito de vuestra sangre divina.  
Por ella os pido perdón y misericordia; por ella os pido la gracia para cumplir hasta la muerte el propósito que hago de amaros con todo mi corazón. Amén."

Dia Septimo

"En esta venerada Imagen os veo, mi buen Jesús, revestido de las insignias de la pasión, sacrosanta. Al cuello lleváis la soga con que miles de sayones os ataron y arrastraron cruelísimos;
Y ello recuerda también la afrentosa  inhumana flagelación; adorna vuestra sienes la corona de espinas que la traspaso en atroz suplicio; una de las manos tiene la caña que, como a rey de burlas, os pusieron, oh Señor de mi alma, Rey del cielo y de la tierra, la otra en fin, muestra la cruz, instrumento de vuestro suplicio y de mi redención.  
Que recuerde yo estas cosas al contemplar vuestra sagrada imagen, para nunca olvidar hasta que extremo os ha llevado el amor y para empeñarme en mostraros mi gratitud. Amén."

Dia Octavo

"Vencedor del infierno, cuyo poder destruiste con vuestra sangre preciosísima, vencedor del mundo cuyas falsas máximas y engañosas doctrinas confundisteis, vencedor de la muerte resucitasteis.
Jesús mío, por vuestra propia virtud.  
Estas tres victorias son el fundamento de mi vida y mi esperanza, pues la obtuvisteis para librarme del infierno, para que pueda dominar mis pasiones.
Bendito seáis, Señor, por vuestra infinita misericordia.  
Los Ángeles que publican vuestro triunfo y los santos que en él se gozan, alaben por mi vuestra magnificencia y bondad. Amén."

Dia Noveno

"Colocado a la diestra de Dios Padre, no dejéis nunca, Señor, de favorecer a los que en esta vida de prueba y de lucha corren en peligro de ser vencidos.  
Medianero entre Dios y los hombres, presentáis vuestras llagas, vuestra sangre, vuestro padecimiento, para alcanzar el perdón de los pecados. 
En verdad sois mi esperanza, pues a más de ser intercesor en el cielo, me preparáis como hijo, trono inmortal.  
En Vos confió; dadme gracia para vivir en la tierra de modo que logre ir a ocupar ese trono y a cantar por la eternidad vuestras alabanzas en el cielo. Amén."




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