20 de noviembre de 2017

Pei - El Significado Místico de las Letras Hebreas -


Pei

Comunicación: La Torá Oral

La boca, la letra Pei, sigue al ojo, la letra ain. Las cinco bondades y los cinco poderes de los ojos izquierdo y derecho referidos en la letra ain, son de hecho las manifestaciones duales de la sefirá de daat, - conocimiento -, como es enseñado en cabalá. Daat es el poder de unión y comunicación. 
La Providencia es el poder de daat como se revela a través de los ojos, mientras que el poder de daat como es revelado por la boca, el habla, es la forma más explícita de contacto y comunicación entre los individuos. Como está expresado en el versículo: "y Adam conoció a su esposa Eva", "conoció", el poder de daat, se relaciona con la unión física del marido y su esposa, por eso la forma idiomática "hablar" es usada por nuestros sabios al referirse a esa unión. Y así se nos enseña en el Zohar: "(el poder de) daat está oculto en la boca".

Daat como contacto a nivel de los ojos, es el secreto de la Torá escrita. 
Al leerla en el servicio de la sinagoga, el lector debe ver cada letra del Rollo de la Torá; algunas veces, se usa un "dedo de plata" para señalar y dirigir nuestra vista hacia cada palabra. 
El contacto a nivel de la boca es el secreto de la Torá Oral.

"No hay otro bien que la Torá". 
La Pei es la decimoséptima letra del alef-bet, el valor numérico de la palabra hebrea tov, "bien" o "bueno", como se discutió en extenso en la letra tet. 
Las primeras palabras dichas por la "Boca" de Di-s: "Y hágase la Luz", espontáneamente produjeron la luz como la conocemos, y a continuación fueron vistas por Sus "Ojos" como que "es bueno". La palabra "bueno", es la treinta y tres de la Torá, la suma de los valores ordinales de las dos letras ain y pei (33 = 16 más 17), lo que alude a la unión de los dos niveles de daat, contacto (el de los ojos, la Torá escrita, y el de la boca, la Torá Oral).

Se dice del pueblo de Israel: "Tú eres mi testigo, dice Di-s" y "El testimonio de Di-s está en tu interior". Con los ojos cerrados testificamos dos veces por día: "Escucha, Oh Israel, Di-s es nuestro Di-s, Di-s es uno". La ain de la primera palabra, Shema, "escucha", y la dalet de la última, ejad, "uno", son escritas de mayor tamaño, y juntas forman la palabra ed, "testigo". El alma de cada judío es un "ojo"-testigo de la unidad esencial de Di-s. En este mundo debemos cerrar nuestros ojos físicos, para revelar el ojo interior de Israel que contempla la Unidad Divina. Al proclamar verbalmente nuestro testimonio, unificamos los dos niveles de contacto, el del ojo y el de la boca.

El expresar sabiduría proviene del ojo interior del corazón y se dirige a la boca, como está dicho: "el corazón del sabio le comunica a su boca". Las palabras de sabiduría, cuando se expresan sincera y humildemente por la boca, encuentran favor y gracia a los ojos de Di-s y el hombre, como está dicho: "las palabras de la boca del sabio encuentran favor". En el Sefer Ietzirá se nos enseña que la "ofrenda" para la boca santa es gracia. En el bien, ("No hay otro 'bien' que la Torá") están inherentes dos propiedades esenciales: verdad y gracia. Aunque cada dimensión de la Torá expresa una amalgama de ambas propiedades, sin embargo, en particular la verdad ( la "figura masculina", definida en principio por las sefirot de tiferet y iesod en cabalá) es la conciencia primordial de la Torá escrita, mientras que gracia (la "figura femenina" maljut) es la de la Torá Oral. De esta manera, el poder de la pei, la boca, es expresar la gracia de la Torá Oral.


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