14 de diciembre de 2017

Aule, El Herrero de los Valar - Elfos


En una gran estancia bajo las montañas de la Tierra Media, Aule, el Herrero de los Valar, dio forma a los Siete Padres de los enanos durante las Edades de la Oscuridad, cuando Melkor y sus siervos malvados de Utumno y Angband dominaban toda la Tierra Media. 

Por ello Aule hizo a los enanos fuertes y resistentes, inmunes al frío y al calor, y más recios que las razas que surgieron después de ellos. 

Aule conocía la gran maldad de Melkor, y por eso hizo a los enanos tenaces, indomables y persistentes en el esfuerzo y el trabajo. 

Eran valientes en el combate y su voluntad y orgullo no podían doblegarse.

Los enanos eran mineros, albañiles, artesanos del metal y los más maravillosos artesanos de la piedra. Estaban bien preparados para los trabajos artesanales de Aule, quien había dado forma a las montañas, ya que eran fuertes y duros, aunque no altos, pues sólo medían entre un metro y veinte y uno y medio de estatura. 
Como sus fatigas iban a ser muchas, se les concedió una esperanza de vida en torno a los dos siglos y medio, ya que eran mortales; también podían encontrar la muerte en el combate.

Aule hizo a los enanos muy sabios en el conocimiento de sus técnicas artesanales y les dio un idioma propio, el khuzdul. 
En este idioma, Aule era Mahal y los enanos los khazad, pero era un idioma secreto que nadie que no fuera enano conocía, aparte de unas pocas palabras, y que ellos protegían celosamente. 

Los enanos siempre dieron las gracias a Aule y reconocían que por él adquirieron forma. 

Pero la verdadera vida se la dio Ilúvatar. 
Se cuenta que, cuando Aule hizo a los enanos, los ocultó a los demás Valar y creyó que tanto ellos como él mismo escapaban al conocimiento de Ilúvatar. 

Pero Ilúvatar se apercibió de lo hecho por Aule y juzgó que era un acto sin malicia, por lo que santificó a los enanos. 

Pero no permitió que esta raza apareciera antes que los elfos, que debían ser los Primeros Nacidos. 
Así que, aunque los enanos ya estuvieran completamente acabados, Aule los cogió y los escondió muy profundo bajo las rocas y en esa oscuridad durmieron los Siete Padres de los enanos durante muchas edades antes de que volvieran a iluminarse las estrellas y se acercara el Tiempo del Despertar. 

Fue así que los elfos despertaron en Cuiviénen en el este, en la Primera Edad de las Estrellas. 
En los años que siguieron, los Siete Padres de los enanos despertaron y su cámara de piedra se abrió y se alzaron y quedaron maravillados. 

Se dice que cada uno de estos Siete Padres construyó una gran mansión bajo las montañas de la Tierra Media, pero las historias élficas de estos primeros días sólo hablan de tres. 
Eran los reinos enanos llamados Belegost y Nogrod en las Montañas Azules, y Khazad-dûm en las Montañas Nubladas.


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