25 de diciembre de 2017

Empusa - Criaturas De La Mitologia Griega


La Empusa es una criatura fantástica del folclore griego antiguo, identificada a veces con Lamia
tiene el don de cambiar de forma, adoptando apariencia de animal doméstico (perro, vaca) o de bella hetera. 

Cuando se hace pasar por mujer, se la reconoce porque una de sus patas es de bronce. 
Le agrada merodear por parajes desiertos, sobre todo cuando hay luna llena. 
Se dice que esta criatura se dedica a cebar a jóvenes ardientes e ingenuos para, después de acostarse con ellos beber su sangre y devorarlos.


Empusa era casi siempre representada de forma ridícula, y hasta cruel, ya que sus patas de asno eran un símbolo de lascivia, es decir, de inoperancia para controlar los instintos.

Como detalle indescifrable diremos también que Empusa llevaba un extraño calzado de bronce, cuyos fines prácticos, así como su simbología, se nos escapan miserablemente.

En realidad, la forma precisa de Empusa es tan variable dentro del mito y la literatura que resulta casi imposible encontrar una razón para sus formidables metamorfosis. 

Esbozar siquiera superficialmente las características y rasgos de Empusa es una tarea más cercana a la imaginación que a cualquier otra cosa. 
De todas formas, y tal vez a causa de esta singularidad, nos tomaremos el atrevimiendo de consignar algunos detalles de sus escandalosos hábitos.

Cuando Empusa adopta la forma de una mujer lo hace con algunas deficiencias y precauciones. 
Su aspecto es ciertamente atractivo. Es alta, de formas delicadas, sensuales, con profundos ojos verdes que parecen horadar los deseos más inconfesables de su presa. El problema radica en que Empusa no puede disimular su naturaleza infernal, en este caso, representada en la sólida pierna de bronce que se asoma debajo sus ropas.

Ya en la época de Aristófanes (444-385 a.C) vemos que el mito de Empusa empezaba a ser tomado en broma en Atenas. 
En una de sus tragedias, sus personajes se burlan cruelmente de la pata de bronce de la pobre Empusa; e incluso llegan a especular que su otra pierna debía estar hecha de excrementos.

En la obra de Filóstrato: La vida de Apolonio de Tiana, hay un episodio destacable a propósito de nuestra vampiresa: 
Empusa toma la forma de una bellísima mujer, y sin dificultad consigue enamorar a un joven estudiante de filosofía. 
Desafortunadamente para ella, el mago Apolonio desenmascara el ardid y logra que Empusa confiese sus verdaderas intenciones. 
La vampiresa admite que se dedica a seducir a los incautos estudiantes de filosofía para beber su sangre, quienes, por otra parte, jamás se resistieron a sus insinuaciones hasta la intervención inoportuna de Apolonio, para luego beber su sangre en el lecho.

El episodio de Apolonio de Tiana y la Empusa es conocido como "La novia de Corinto". El tema inspiró un bello relato de vampiros del escritor alemán Goethe, titulado: La novia de Corinto (Die Braut von Korinth).

Con el tiempo, Empusa fue perdiendo sus inclinaciones antropomorfas hasta que finalmente abandonó todo rasgo humano. Las leyendas afirman que solo se deja ver cuando hay luna llena, momento en el que recorre los montes y ciertos parajes deshabitados en busca de víctimas humanas (particularmente viajeros) o animales; casi siempre bajo la forma de un lobo.

Sus lugares favoritos para emboscar a los caminantes imprudentes eran las encrucijadas. Este dato nos hace pensar que el mito de Empusa se había vuelto irreconocible: Apolonio desenmascara a Empusa mediante la palabra, el razonamiento y la observación crítica, pero en la época de sus andanzas rurales bastaba un insulto apropiado para ahuyentarla.

Aquellos que conozcan distintas variantes del mito vampírico seguramente ya lo saben, pero de todas maneras preferimos pecar de redundantes: Empusa es una versión desmejorada de las Lamias; aquellas criaturas desdichadas que representan el escarnio de lo femenino.

Cuando en 1922 F.W. Murnau filmó: Nosferatu, una sinfonía del horror (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens), la primera película seria sobre vampiros, no consiguió los derechos para llamar a su obra Drácula (Dracula), naturalmente, basándose en la novela clásica de Bram Stoker; por lo que debió modificar muchos nombres y episodios del guión, entre otras cosas, el nombre del conde, que en el film se llama Orlock. Al ser Nosferatu es una versión alternativa de Drácula, así como Empusa lo es de las Lamias; F.W. Murnau eligió el nombre Empusa para bautizar el barco que transporta al vampiro a las costas de Alemania.


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